El aumento de la tasa de empleo hace descender Wall Street

La Bolsa de Nueva York descendió durante la sesión de ayer de forma moderada como consecuencia del mal comportamiento de los bonos. Este podría estar motivado por la publicación del descenso en la demanda de empleo, lo que a su vez implica una mayor fortaleza económica y por tanto mayores tensiones inflacionistas.Después de haber registrado pérdidas de hasta 13 puntos, a dos horas del cierre, el índice Dow Jones cedía 4 puntos situándose en 2.044.

La rentabilidad' de los bonos a 30 años aumentó para situarse en 9,08% frente al 9,02% del miércoles.

La mayor tasa de empleo podría significar una presión alcista sobre los salarios, que podrían disparar la inflación e inducir a la Reserva Federal a elevar los tipos de interés.

Esta amenaza no se presenta sólo en Estados Unidos, sino también en la República Federal de Alemania o Japón, cuyos ,datos macroeconómicos manifiestan también un gran crecimiento con las correspondientes implicaciones inflacionistas.

El alza de los tipos en Europa y Japón tendría una repercusión negativa en la cotización del dólar ya que se reduciría el diferencial de los mismos a favor del marco alemán y del yen.

El volumen de contratación fue as¡ mismo muy moderado en todos los mercados, reflejando, según Shearson Lehman Hurtton, la falta de convicción de los inversores que continúan confundidos con respecto a la situación de la economía, el dólar y los tipos de interés.

Por otro lado, todo parece indicar que los promotores de la Ley de Comercio aprobada por el Congreso y el Senado Estados Unidos no contarán en estya última institución con los votos necesarios para hacer frente al veto de la misma con el que amenaza el presidente Ronald Reagan.

La ley pretende conseguir la apertura de mercados extranjeros a los productos norteamericanos y detener el alza del déficit de Estados Unidos en su intercambio comercial con otros países.

En Tokio, la bolsa registraba una fuerte recuperación alcanzando nuevas cotas históricas. El índice Nikkei cerró con un nuevo récord a 27.434,12 yenes y el Tsé rozó el suyo conseguido el pasado día 14 sitúandose en 2.189,42.

La subida de Wall Street durante las últimas sesiones y la estabilidad del mercado monetario japonés está inyectando ánimos inversores en la Bolsa de Tokio justo cuando se inicia el descenso de su actividad por el período vacacional de primavera.