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Multas leves a dos de los futbolistas juzgados en Glasgow por alteración del orden Público

Dos de los cuatro futbolistasjuzgados en Glasgow (Escocia, Reino Unido) por conducta violenta y alteración del orden público en el partido de la máxima rivalidad Rangers-Celtic fueron condenados ayer a sendas multas de 500 libras (100.000 pesetas) y 250 fibras (50.000 pesetas). Los otros dos acusados no fueron responsabilizados por el intento de los hinchas de invadir el campo. El árbitro del encuentro, Jim Duncan, había manifestado la vispera que, si cada vez que se produce un altercado sobre el campo va a intervenir la justicia, él y sus colegas van a tener que retirarse.El portero del Rangers, Chris Woods, y su compañero de equipo y de la selección nacional inglesa Terry Butcher fueron encontrados responsables de la ftiria que acometió a los hinchas del Celtic cuando el delantero de este conjunto, Frank McAvennie, fue agredido después de cho car con el primero en un característico lance del juego. La defensa del Rangers había cedido el balón a su portero, quien fue acosado por el delantero. La jugada terminó con McAvennie en el suelo después de un pequeño altercado en el que intervino también Graham Roberts, quien fue exonerado de responsabilidades. A Woods le ha sido impuesta una multa de 500 fibras y a su compañero otra de 250.El incidente soliviantó los ya cargados ánimos de parte de los seguidores del Celtic, que intentaron invadir el campo. El responsable de la policía tuvo que movilizar a más de 500 agentes para contener a los hinchas. Más tarde se presentó denuncia contra los jugadores por alterar el orden público.Jim Duncan, el árbitro del encuentro, manifestó el jueves que el fútbol se vería en gran peligro si la policía intervenía cada vez que se registraba un incidente sobre el terreno de juego. "Mi visión personal es que se. daría marcha atrás si eso ocurriera", declaró Duncan, quien no pudo evitar alguna que otra apasionada exageración, en buena concordancia con el extremismo que caracteriza al enfrentamiento entre los equipos de la capital industrial escocesa. "El fútbol ha funcionado durante 100 años sin interferencias por parte de la ley y quisiera verlo seguir así".El lance del juego que provocó las iras de los seguidores del Celtic no tuvo nada de particular, según el árbitro, quien expulsó a Woods y McAvennie y amonestó a Butcher. Duncan se siente satisfecho por cómo hizo frente a la situación.Duncan, que nunca había arbitrado un Rangers-Celtic, volvió a recurrir a los superlativos para explicar que hay más pasión en este derby que en ningún otro del orbe. La pasión y los prejuicios -los protestantes del Rangers contra los católicos del Celtic- afectan tanto a los jugadores como a los aficionados.

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