Al Madrid le gustaría enfrentarse al Eindhoven
JOSÉ DAMIÁN GONZÁLEZ"Ganar la séptima Copa de Europa no es un sueño, es un reto que vamos a hacer realidad este año. Yo sólo estaba preocupado por la gente. Hay millones de personas que están siguiendo con intensidad al Madrid, y perder hubiese sido un palo para sus ilusiones. Por eso soy feliz, porque me considero un vendedor de ilusiones con este equipo" afirma Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, que conocerá hoy a su rival en las semifinales de la Copa de Europa. En el Madrid se prefiere al Eindhoven.
Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, está convencido, como sus jugadores, de que "este es el año en que el club va a romper el gafe de 2.2 años sin ganar el máximo trofeo continental". Mendoza está eufórico e ilusionado ante esa cada vez más cercana posibilidad, pero es consciente de que aún quedan, al menos, tres partidos complicados: "Creo que vamos a lograrlo, pero con sufrimiento y sin tumbarnos a la bartola, aunque esto último lo tengo muy claro porque conozco perfectamente como están también de ilusionados los jugadores".El presidente madridista admite que en su etapa, al frente del club va camino de su tercera temporada y el equipo ha ganado dos ligas y una Copa de la UEFA- ha tenido la fortuna de encontrarse petróleo con la quinta de El Buitre, aunque le gusta matizar también el feliz acompañamiento que Butragueño, Michel, Sanchis y Martín Vázquez han encontrado en los compañeros que ya estaban en la plantilla, con gente del nivel y la experiencia de Camacho, Santillana, Chendo o Gallego "y los fichajes que se han realizado en las últimas temporadas", recalca Mendoza, como los de Hugo Sánchez, Gordillo, Tendillo, Buyo o Llorente: "Es evidente que tenernos una plantilla excepcional".
Asimismo, Mendoza recalcó ayer "el éxito de civismo que 100.000 espectadores han dado en Europa", y señaló que no pensaba acudir hoy al sorteo de Zúrich para las semifinales "porque realmente estoy muy cansado". Ni Mendoza ni ninguno de sus directivos asistirán tampoco al palco del Vicente Calderón el próximo domingo, al partido contra el Atlético de Madrid, "por razones obvias".El último obstáculoEn el sorteo, el Madrid puede encontrarse hoy con el Eindhoven holandés, el Benfica de Lísboa y el Steaua de Bucarest. Jugadores y directivos parecen coincidir en que sería mejor enfrentarse cuanto antes, y a doble partido, con el Eindhoven, conjunto que atraviesa una racha espléndida de juego al que se considera realmente como el último obstáculo serio en la marcha madridista hacia su séptima Copa de Europa. Por contra, los jugadores holandeses mostraron ayer sus deseos de que no les corresponda el Madrid, según la agencia Efe. Koeman, una de sus figuras, afirmó que el Madrid es el equipo más fuerte. Sólo el internacional danés Soren Lerby señaló sus preferencias por enfrentarse "antes que en la final" al conjunto madridista.
En semifinales, la amenaza de sanción pesa para siete madridistas si son amonestados con una tarjeta: Chendo, Sanchis, Michel, Camacho, Solana, Santillana y Mino.
Por lo demás, queda pendiente de ultimar por parte del presidente madridista la entrega del Mercedes prometido a los jugadores. "El juego", como gusta definir Mendoza a este asunto, comenzó tras la eliminatoria del Oporto, y consistió en que las primas por superar al campeón portugués y al resto de rivales que correspondiesen se pagarían con el famoso Mercedes, pero siempre que se eliminase al Bayern Múnich y se acabase así con la ya ex bestia negra madridista. Los jugadores ya cobraron por eliminar al Nápoles un millón de pesetas, y ahora queda pendiente de resolver la distribución de los coches, o quizá su equivalente en pesetas, así como qué participación tendrán los suplentes. Al parecer, Mendoza ya ha negociado con uno de los concesionarios de dicha firma de automóviles un 30% de descuento en tan masiva compra.
