La camiseta de Butragueño
El guardameta del Bayern, Jean Marie Pfaff, había anunciado su intención de pedirle a Butragueño su camiseta, para guardarla jnto a las de Maradona o Platini. No le fue posible. Pfaff estaba excesivamente ocupado dando voces al árbitro -una bronca en el césped, nada más terminar, y otra en el vestuario-, y Butragueño había sido sustituido antes del final.El Buitre, sin embargo, tuvo el detalle de dar su camiseta al utillero del club para que se la cambiara a Pfaff en el vestuario: "Pero me trajeron otra", dijo, "la del número 6. Supongo que Pfaff no la ha querido". Queda por saber si Flick, el número 6 y marcador de Butragueño, acabará escuchando los ruegos de Pfaff para que le regale la camiseta para su colección.
El guardameta belga no se quedó para contarlo. Salió el último de la ducha y no quiso hablar con nadie de la Prensa. Tenía la cara roja y los ojos hinchados. Se fue sin decir palabra, con la bolsa de viaje al hombro y, de nuevo, sin la camiseta de Butragueño.
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