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Morris Gross,

acaudalado arrendatario de varios edificios de apartamentos en Nueva York (Estados Unidos), ha sido condenado por la juez Ira Harkavy a pasar 15 días en uno de los pisos de su propiedad para, así vivir en propia carne los horrores que ha cometido con sus inquilinos durante los últimos años. Gross abandonó su elegante mansión en Brighton para dirigirse a un mugriento edificio de su propiedad, situado en Crown Heights, sin calefacción, con cortes de luz, escapes de agua, goteras, ascensores averiados y otras lindezas. Eso sí, Gross fue precedido días atrás de un ejército de albañiles, fontaneros, pintores y carpinteros para intentar adecentar el apartamento 50, donde cumplirá la condena.

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