Escámez explicara al Consejo de Administración del Central sus contactos con el Hispano

Alfonso Escámez, presidente del Banco Central, explicará al consejo de administración, que se reúne el próximo miércoles, día 24, sus contactos con el presidente del Banco Hispano Americano, Claudio Boada, como primer paso a una hipotética fusión de las dos entidades. El principal accionista del Banco Central, la sociedad Cartera Central (formada por el grupo Construcciones y Contratas y el grupo KIO), mostró, a través de dos cartas dirigidas a Alfonso Escámez a principios de esta semana, su preocupación por que se pudiera estar celebrando este tipo de reuniones sin su conocimiento. El presidente del Banco Central contestará en estos días a dichas cartas, expresando su deseo de que los temas de esa envergadura se discutan y analicen en el seno del consejo de administración.

Los máximos responsables de Cartera Central, Alberto Cortina y Alberto Alcocer, como máximos ejecutivos del grupo Construcciones y Contratas, dirigieron una carta al presidente del Banco Central en la que mostraban su preocupación por el hecho de que se pudieran estar realizando diversos contactos entre el Central y el Hispano, con el posible objetivo de caminar hacia una fusión.Romualdo García Ambrosio, secretario del consejo de administración de Cartera Central y miembro del consejo de administración del Banco Central, escribió otra carta en la que daba cuenta de que se había inscrito como consejero de dicho banco y apuntaba también la preocupación de la sociedad por el representada por los posibles contactos.

Alfonso Escámez contestará en estos días a ambas cartas y, en cualquier caso, remitirá al consejo de administración del próximo miércoles cualquier tipo de discusión y explicación sobre dichos contactos. Fuentes del Banco Central señalaban ayer que "el presidente del banco tiene un profundo respeto, por las competencias del consejo de administración y que, por ello, daría cumplida información a este órgano". En cualquier caso, y dentro de los contactos normales entre el presidente de la entidad y el representante del principal accionista, está previsto que a principios de la próxima semana, y antes de que se celebre el consejo de administración, mantengan una entrevista en la que pasarán revista a los temas de máxima actualidad.

En medios próximos a Cartera Central se señalaba ayer la preocupación por los contactos entre el Central y el Hispano, y se señalaba que todo ello podía provocar una aceleración de los planes que se tenían de cara a ir "tomando conocimiento de la realidad de la entidad financiera". Sin embargo, seguían manifestando su intención de que no se produjeran enfrentamientos insalvables entre el principal accionista, con casi el 13% del capital, y la línea ejecutiva de la entidad.

En opinión de estas fuentes, la línea de colaboración sigue abierta a expensas de que no la cierre la otra parte.

Clima tenso

De todas formas el clima entre las dos partes no es especialmente bueno y ello se deja entrever por la formalidad con que actúan los representantes de Cartera Central, que no han dudado en dirigirse por escrito a Alfonso Escámez para manifestarle su preocupación por una posible fusión que, en todo caso, no ha sido analizada en el seno del consejo de administración ni consultada tal posibilidad con quienes representan al principal paquete de acciones.Un portavoz de Cartera Central señaló ayer que "no estamos ni a favor ni en contra de las fusiones en abstracto, pero nos parece que en estos momentos no podemos decantarnos en ninguna posición, porque no tenemos un conocimiento exacto de cuál es el estado del Banco Central". Por ello, continuaba este portavoz, "hasta que no nos hayamos metido de verdad en conocer el banco por dentro no podremos dar el visto bueno a una hipotética fusión".

De hecho, lo que más preocupa a medio plazo en esta sociedad son los cambios, imprescindibles, que se tienen que producir en la línea ejecutiva del Banco Central en los próximos meses, "permaneciendo Alfonso Escámez al frente, si él quiere durante el tiempo que considere necesario, para modernizar y devolver la rentabilidad al Banco Central".

La hipotética fusión entre el Banco Central y el Hispano Americano no sería vista, por tanto, con buenos ojos por el principal accionista, para quien existen prioridades mayores y, en todo caso, "no tendría por qué representar otra cosa que una mala unión entre dos entidades que antes deben plantearse acabar de poner soluciones a sus propios problemas".

'Quitar hierro'

De todas formas, la procesión iba por dentro porque, de forma pública, los responsables de Cartera Central trataban de quitar hierro a la situación, diciendo que esperaban que los roces que iban surgiendo se solucionen antes de que pasen a mayores. "Basta recordar", señalaban estas fuentes, "lo que ocurrió en los días previos a la junta extraordinaria del Banco Central en la que al principio se dijo que sólo estaríamos presentes en representación de menos del 1 % del capital, y al final se nos dieron las tarjetas del 12%, se nombró al consejero que habíamos propuesto y se alcanzó el compromiso de nombrar a otros tres en una fecha próxima".Lo único que ocurre, volvieron a señalar, es que "quizá adelantemos algo la toma de decisiones de hacer más patente nuestra presencia en el consejo de administración del Banco Central y en el propio banco".