Freitas do Amarál, de nuevo presidente del CDS portugués
Diogo Freitas do Amaral, el ex candidato conservador a las elecciones presidenciales portuguesas de 1986, vencido por escasa ventaja por el socialista Mario Soares, es de nuevo el presidente del CDS portugués, el partido que fundó en 1974. A los 48 años, Freitas do Amaral se declara dispuesto a iniciar una nueva carrera política y hacer renacer al CDS "de las cenizas" en las que se convirtió desde el advenimiento del cavaquismo y el triunfo del PSD por mayoría absoluta en los comicios de julio.Pero la vuelta de Freitas al liderazgo de la democracia cristiana portuguesa, que abandonó hace cuatro años, no fue el triunfo que algunos esperaban y que debería hacer temblar Aníbal Cavaco Silva y la actual mayoría. Los cerca de 1.000 delegados que asistieron, durante dos días, al octavo congreso del CDS en Povoa de Varzim, una playa al norte de Oporto, no vibraron con el regreso del hijo pródigo y no se muestran demasiado convencidos de la solidez de la unidad que fue lema de la reunión.
La reconciliación entre Freitas y su partido, por un lado, y entre los grandes barones de una formación política que se encuentra en el umbral de la supervivencia, con menos del 5%. del electorado, es, sobre todo, un matrimonio de conveniencia, celebrado bajo el régimen de la separación de bienes.
Basilio Horta, diputado y ex ministro, que surge como número dos en la nueva dirección presidida por Freitas, admite que el congreso de Povoa fue "una operación quirúrgica", destinada a "cortar la hemorragia" y salvar al CD S de la muerte inminente. La "terapéutica tendrá que venir después", y pasa por una nueva reorganización del ajedrez político portugués.
La derecha está, como la izquierda, "enferma de cavaquismo" y no consigue definirse de otra forma que por la oposición al actual jefe del Gobierno. Recuperar el electorado perdido es la meta de Freitas, quién pretende unir a los descontentos con la política del Gobierno.
El nuevo presidente del CDS ve con preocupación la orientación seguida por Cavaco Silva en materia de política externa, "en particular en relación a Estados Unidos, España y África".
