Conspiración sobre Michel Foucault

De nuevo este periódico produce la realidad en vez de informar de ella. Por la crónica, más periodística que filosófica, de Francesc Arroyo (EL PAÍS, 10 y 12 de enero de 1988) podría pensarse que con motivo del congreso dedicado al pensamiento de Michel Foucault París volvía a ser una fiesta. Todo el mundo cultural, parisiense e internacional, parecía haberse volcado en la discusión de los escritos del pensador francés. No ha sido así, como pude comprobar sobre el terreno: la sociedad parisiense no conoció las señas del secretista congreso. Tan sólo se reservaron para un cenáculo de excelencias. Un semanario pretendidamente de izquierdas -Le Nouvel Observateur, 15 de enero de 1988- señala complaciente: "Coloquio cerrado, entradas pagadas y reservadas únicamente para invitados, súplicas dirigidas a la Prensa para que el acontecimiento no sea anunciado... Todo había sido preparado para que el encuentro Foucault filósofo que ha tenido lugar en el teatro Rond-Point, en los Campos Elíseos, el sábado, domingo y lunes últimos, conserve el carácter de jornadas de trabajo, según la confesión de los organizadores. François Ewald, el animador del Centro Foucault, puede frotarse las manos: el objetivo ha sido sobradamente conseguido. Durante cerca de 20 horas en total un centenar de personas escucharon en el más profundo silencio unas comunicaciones de muy alto nivel antes de entrar en el debate".Con este comportamiento -incautando el homenaje a la sociedad y al auditorio habitual de Foucault- los congresistas han propiciado la inversión del legado del autor de Las palabras y las cosas. La proliferación del discurso, la recuperación de la palabra por quienes no la poseen, por aquellos a quienes se les privó de la voz, han sido objetivos interceptados por una reunión de académicos. La libre parole, que tanto preocupó a Foucault, se distorsionó de nuevo en jerarquización del saber. Al final, sólo el concierto homenaje de Pierre Boulez se anunció para la población en el metro de París: quizá porque una vez más la música amansa a las fieras. Acabo de finalizar mi tesis doctoral sobre el pensamiento de Foucault y me alegro de haber permanecido en los muros del congreso... con las fieras.- Profesor de Filosofila del Derecho de la universidad Autónoma de Madrid.