Los dos españoles que se perdieron no han llegado a la capital de Senegal por problemas de transporte

La aventura continúa para Jorge Juste y Horacio Sainz, los dos pilotos españoles que estuvieron cinco días perdidos en el desierto del Sáhara, en Mali. Una vez rescatados, quisieron recuperar el coche y su intención el viernes, según señaló el gobernador de Tombuctú, la localidad más cercana al lugar donde ambos participantes se extraviaron, era la de llegar hasta la capital, Bamako, y allí trasladarse con el vehículo por ferrocarril. Se desconoce cuándo pueden llegar a Dakar.Ahora, los dos pilotos españoles, junto con Sirio Sainz, hermano de Horacio, que viajaba en el equipo de apoyo, continúan la aventura en solitario. Lo que intentan significa poner de nuevo rumbo a lo desconocido, y en esta ocasión, sin la más mínima ayuda. El coche no está en condiciones de hacer casi los 3.000 kilómetros que les separan de Dakar, y por ello optaron el intentar el viaje en tren. No se tienen noticias de que hayan podido llegar a Bamako, ya que se encuentran en un país donde las comunicaciones son prácticamente inexistentes.

Tres días y medio

El intento de los hombres que han formado el equipo Prosegur-El Globo supone, una vez en Bamako, coger un tren hacia Dakar, que tiene una frecuencia de dos días por semana. Nunca se sabe cuándo puede salir y el viaje dura tres días y medio en teoría, porque cuando hay que pasar la frontera de Mal¡ con Senegal es obligado el cambio de máquina y tampoco se sabe si puedehaber alguna disponible. Quizá haya que esperar un tiempo indefinido a que acabe otro servicio, según un testimonio de un participante que pasó por esta experiencia el año pasado.

1.000 dólares

El viaje, en cualquier caso, tendrían que hacerlo dentro del vehículo, porque de lo contrario no hay garantía alguna de evitar que el coche sea desguazado. Todos estos propósitos podrán hacerlos si tienen dinero para el trayecto, porque cuando se quedaron solos en Tombuctú disponían de 1.000 dólares, cantidad insuficiente en cuanto surge algún imprevisto. Por una cámara de rueda piden 7.000 pesetas, y el litro de gasolina supera las 300.

En Mal¡ tampoco existe rimiguna representación diplomática española que pueda hacer algo por ellos. Mientras, en Dakar siguen esperando a ambos participantes la hermana y la esposa de Jorge Juste. Las dos se encuentran ya más tranquilas desde que conocieron su rescate, pero la completa falta de noticias sobre él y sus compañeros desde entonces vuelve a someterlas a una situación de angustia, de la que conflaban salir en las próximas horas.