El Magia salió bien librado del Palacio
Del Magia de Huesca se sabe que tiene un poco de gente alta, un par de buenos americanos y una afición entusiasta, pero no se sabe qué tipo de baloncesto juega. Como le ocurre a la gran mayoría de equipos españoles, navega por el campeonato sin personalidad, con escasa mentalidad y con. desigual suerte. La suerte del Magia ha sido buena este año y por eso disfruta de jugar en la A-1. A la Vista del resultado de ayer, podía pensarse que hizo un estimable partido. Pues, no, no lo hizo, aunque saliera tan bien librado.El problema de los equipos que no juegan, como el caso del Magia, es que dejan que los partidos dependan en su totalidad del rival, sobre todo cuando el rival es de los que tienen algo que decir, como es el caso del Real Madrid. Y si el Madrid juega mal, pues el Magia pierde por menor diferencia.
El Magia de Huesca nunca hizo lo suficiente para intentar dar la sorpresa. Terminó la primera parte con sólo cinco personales en su haber y una diferencia de seis tantos (45-39) y acabó perdiendo con un total de 13 personales y ningún jugador con cuatro faltas. Teniendo en cuenta que el Madrid jugó mal, que no pudo contar con los hermanos Martín, el Magia hizo muy poco gasto. Pero no perdieron con de coro, porque las cifras no engañan. Si un equipo pierde y hace sólo 13 personales, el técnico tiene motivos sobrados para adoptar medidas.
Por lo tanto, el partido cabe analizarlo en lo que hizo mal el rival, el Real Madrid, que volvió a dar una imagen aburrida con tendencia a despistarse en algunos minutos. Así, Lolo Sainz, confiado, sacó a jugar a Cargol, pero a la vista no de que el Magia reaccionaba -el Magia no jugaba- sino que sus hombres fallaban más de la cuenta y el marcador se estrechaba, decidió reintegrarlo al banquillo. Y el público respondió con una sonora pita al técnico porque aprecia los jugadores con ganas y porque debe estar harto de aburrirse en el Palacio.
Y es que desde que se fue Larry Spriggs a Turquía ha dejado de ser divertido ver al Madrid. Ahora gana sobradamente, pero con tristeza. Martín ha estado más tiempo lesionado que en activo, Alexis sólo comunica cuando entra a canasta, Iturriaga no sabe aún si se acabó la historia del descarte, Biriukov parece un funcionario, Branson nunca fue brillante, Romay ya no hace personales y Corbalán más parece un jefe de negociado repartiendo burocracia. Así juega el Madrid y si el papeleo no está bien diligenciado, pues gana por poco. Porque el Magia no juega. El Magia deja jugar.
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