Uniformes

Las federaciones no han entendido en su mayoría la idea del proyecto inicial de la alta competición. Siguen con una mentalidad burocrática y anclada en inutilidades pasadas. El caso de natación, que por otra parte tiene una buena planificación de sus deportistas, es significativo. Incluye en su plan para lograr medallas los uniformes de los árbitros.El apartado en que se refiere a ello es elocuente: "Dentro de los medios económicos aportados por el patrocinador se contempla una asignación destinada a la uniformidad y equipamiento de los árbitros nacionales de todas las categorías y disciplinas". Los compromisos son las ataduras electorales con los distintos estamentos. El año próximo habrá elecciones en todas las federaciones, y los presidentes, para asegurar su continuidad, encuentran en los mayores ingresos económicos la ocasión ideal para comprar apoyos de los futuros votantes. No sólo deportistas, sino también federaciones territoriales, clubes, entrenadores y árbitros. Aunque con poco que ver con la alta competición.

Los patrocinadores, que buscan con su inversión una publicídad en medallas olímpicas o récords del mundo, difícilmente van a encontrarla en las chaquetas y pantalones arbitrales. Si no hay rendimientos y sólo mediocridades, el futuro del plan de patrocinio tras Barcelona 92 volverá a ser muy negro. Y todo eso cuando ya el proyecto es tardío para sacar figuras a sólo cuatro años vista.