A todas horas y para todos los gustos
Finaliza 1987 y amanece 1988 con más cine que nunca en las pantallas, y ya anuncia para el año que nace un incremento notable del número de películas por semana. Los tiempos modernos imponen un acelerado programa de imágenes en constante emisión, lo que sin duda, más que perjudicar al cine, lo beneficiará, pues volverá a ser un espacio de reposo y el lugar idóneo para nuestras capacidades de selección. Seleccionar ahora, en este raudal de cine de 48 horas, no es fácil. En primer lugar están las cintas de visión prescindible, que pueden acompañar decorativamente los turrones sin dañar la digestión; lejos, sin embargo, de proporcionar mayores goces que el de la contemplación de un belén. Grease es un modelno vehículo -a punto ya de quedarse viejo- para el lucimiento del Travolta y la Olivia, que en algún momento está a punto de entroncar con el espíritu clásico del musical -los primeros 20 minutos-, pero se queda en definitivamente hortera. Anónimo veneciano es la perfecta píldora para los que románticamente se cuelgan con una puesta de sol veneciana y una historia de amor de ribetes trágicos. De La violación de Sarah McDavid, sólo decir que es un desconocido melodrama de presunubles fondos morales o moraleja de tocador.Mejor plan es Un lugar en la cumbre un primitivo filme de Jack Clayton -el director de Suspense y El gran Gatsby-, melodrama duro, ácido y atormentado por el que su protagonista femenina principal, Simone Signoret, ganó un Oscar.La estrella de la programación es Superman II, aunque no tiene el espíritu de la primera, dirigida por Donner, ni su director, Richard Lester, puede abordar el mítico personaje con el desparpajo cómico y visual con que lo abordaría en la tercera entrega. Con todo, su humor es iconoclasta y quien quiera ver en sus locas imágenes finales el triunfalismo yanqui, que se lo quite de la cabeza, pues Lester se ríe a pierna suelta del gran héroe americano.
Pero la perla para el buen aficionado, sin ningún lugar a dudas, es Fedora, una obra maestra de Billy Wilder -en realidad su última obra maestra, ya que Aquí un amigo, siendo una comedia notable, no alcanza los grandes momentos alcanzados en otras latitudes de su filmografia-. Una visión a la vez mordaz y entrañable del añejo mundo de Hollywood, sus años dorados, la fabricación de sus mitos, tomando como referente real a la divina Greta Garbo. Wilder supo hacer, en plenos setenta, una película pura de los cuarenta, rehacer El crepúsculo de los dioses. La música de Miklos Rosza no es ajena al hechizante resultado de la obra, gloriosa despedida de 1987.
Fedora se emite el jueves, por TVE-2, a las 22.15.
Grease y Anónimo veneciano se emiten la madrugada del jueves al viernes al viernes, por TVE-1, a las 05.30 y 07.20, respectivamente.
Superman II, el viernes, a las 22.20, por TVE-1.
La violación de Sarah McDavid y Un lugar en la cumbre se emiten la madrugada del viernes al sábado, por TVE1, a las 03.00 y 04.35.
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