Beatty es la estrella

Del menú cinematográfico del día vence por K.O. técnico el largometraje especial de madrugada, Último testigo, frente a comedias de poca monta. Una de ellas, Un enredo para dos, juega el tema de la CIA a partir de un veterano agente que quiere publicar sus memorias, loca tarea que habrá de acarrearle no pocas aventuras. A Glenda Jackson, estupenda actriz, el papel se le escapa contínuamente, pero no a Walter Matthau, gran comediante y el único centro de interés de la película. Otra es To er mundo e ... mejó, la secuela de To er mundo e güeno y la previa a To er mundo e demasiao, comedia de Summers urdida según la fórmula de la cámara indiscreta -de dudosa autenticidad- que pretende la risa fácil, inmediata, ante la contemplación de nuestras tonterías cotidianas.

Último testigo es una obra de denuncia -se quiere denunciar los tejemanejes del poder en la sociedad norteamericana de hoy- sabiamente aderezada con elementos del mejor thriller, el mejor suspense, la mejor angustia. Alan J. Pakula compone muy bien su sinfonía dramática, dando pocos momentos de respiro al personal y consiguiendo un acabado macizo.

Si de algo se resiente el filme es de un excesivo Warren Beatty, que lleva a cabo una buena interpretación, sí, pero demasiado grandielocuente, consciente de que es la gran estrella de la función. Hay otras: el siempre excelente secundario Hume Cronyn o la espléndida y de filmografía tan mal aprovechada Paula Prentiss dan un intenso vigor a Último testigo -que alguien, precipitadamente, habrá ya confundido con el Único testigo, de Peter Weir y Harrison Ford-, refuerzan su convicción.

Un enredo para dos se emite hoy a las 23.30 por TVE-1.

To er mundo e... mejó, a las 19.35 por TVE-2.

Último testigo, a las 0.15 por TVE-1.