Zaragoza despide a las víctimas en el Pilar

Miles de zaragozanos participaron ayer en el funeral oficiado en la basílica del Pilar por las 11 víctimas del atentado cometido el viernes por ETA Militar contra la casa cuartel de la Guardia Civil del barrio de La Jota, en Zaragoza. El arzobispo de la ciudad, Elías Yanes Alvarez, leyó un mensaje del papa Juan Pablo II, enviado desde Roma por el cardenal Casaroli. El Papa expresó "una vez más su enérgica reprobación al terrorismo que atenta la pacífica convivencia y ofende los sentimientos del noble pueblo español ante la violencia injustificable". Al responso asistieron los ministros de Defensa e Interior, Narcís Serra y José Barrionuevo, respectivamente, acompañados de las principales autoridades civiles y militares aragonesas.

El sepelio en el que se registraron continuas escenas de histerismo por parte de algunos familiares de las víctimas, tuvo una emoción especial. Los féretros de las víctimas, cubiertos por banderas nacionales, salieron del edificio del Gobierno Civil, que también alberga a la Delegación del Gobierno, a hombros de familiares de los fallecidos, guardias civiles y policías uniformados, a las 10.30 horas. Una banda de la Guardia Civil, interpretando La muerte no es el final, abría la comitiva, en la que destacaban dos secciones de los Grapos Antiterroristas Rurales (GAR) de la Guardia Civil, llegadas desde Logroño para participar en el acto.El arzobispo de Zaragoza recibió los féretros en la entrada lateral principal del templo. Dos jovencísimos monaguillos sostenían junto a él, con ciertas dificultades, dos enormes candelabros.

Los familiares de algunos de los, fallecidos impidieron que los fotógrafos y los cámaras de televisión captaran imágenes dentro de la basílica. Un miembro de la familia Ballarín-Gay amenazó en voz alta con Ievantarnos e irnos si aparece un periodista". A la salida del acto los informadores volvieron a tener problemas cuando algunos familiares de las víctimas les increparon al ver que los fotógrafos utilizaban sus cámaras. Algunos guardias civiles intentaron poner calma y consiguieron controlar la situación.

Los 11 ataúdes fueron depositados frente al retablo mayor de la basílica. El arzobispo Elías Yanes, en su homilía, dijo que "Zaragoza condena este acto criminal" y preguntó "¿cómo es posibIe que haya gente capaz de cometer estos asesinatos?".

A la salida de la basílica miles de personas aplaudieron ante la aparición de los féretros. La comitiva fue nuevamente acompa ñada por una marcha fúnebre. La salida de los políticos, con Narcís Serra y José Barrionuevo a la cabeza, acompañados del director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, provocó el grito unánime de "pena de muerte, pena de muerte", que fue apagado con la interpretación del himno de la Guardia Civil.

Aplausos y brazos en alto

Instantes después, mientras la b.anda empezó a tocar los acordes del himno nacional, hubo muchos aplausos y pocos, muy pocos, brazos en alto haciendo el saludo fascista. Pese a la lluvia, muchas personas siguieron la escena sin utilizar sus paraguas. Cuando los féretros fueron introducidos en el interior de las furgonetas, se registraron nuevanente escenas de dramatismo, al tiempo que los ministros eran ciertamente custodiados por policías de uniforme. No se registraron, sin embargo, enfrentainientos personales contra ninguno de ellos, aunque se escucharon diferentes insultos. Entre los asistentes al sepelio se encontraban el presidente nacional de Alianza Popular, Antonio Hernández Mancha y el vicelehendakari, Ramón Jáuregui.Ni una sola de las víctimas que perecieron en el atentado fue enterrada en Zaragoza. Según Antonio Ballesteros, portavoz del Gobierno Civil, las víctimas de la familia Capilla-Franco serán enterradas en Valsequillo (Córdoba); las de la familia Pino Fernández, en Talavera de la Reina (Toledo); los miembros de la familia Ballarín-Gay, en la localidad de Pinseque (Zaragoza), y los de la familia Barrera-Alcaraz, en Torre Don Jimeno (Jaén). Los féretros fueron introducidos en diferentes automóviles para ser trasladados a estas localidades donde fueron sepultados en tarde de ayer.

Por otra parte, la casa cuartel la Guardia Civil del barrio de La Jota será derribada en su totalidad, según informó ayer el Ayuntamiento de la ciudad. El efecto de la explosión provocada por los 50 kilos de amonal colocados en el interior del coche bomba de ETA no sólo ha desunido toda una ala del viejo edificio, sino que también ha afecta) a la estructura de la construcción que, agrietada, aún se mantiene en pie.

Viviendo en hoteles

Ayer por la tarde, antes de que luz solar desapareciera del cielo e Zaragoza, entre los escombros de lo que fue una casa cuartel construida hace 35 años, varias familias trataban de recuperar sus muebles y enseres personales. "Esto ha sido increíble, os han destrozado por completo nuestras casas", comentó un guardia, mientras depositaba un cajón lleno de ropa interior y zapatos sobre el lodo de la calle de osé de Cito. Como las otras 32 familias que vivían en el cuartel, de este guardia, que prefiere silenciar su nombre, deberá pasar varias semanas en algún hotel de la ciudad hasta que sus mandos decidan su ubicación definitiva.Otros 80 vecinos de la zona están viviendo en hoteles y pensiones de la ciudada a cuenta del Ayuntamiento. Estos afectados esperan poder regresar a sus casas en cuanto sean reparadas, según fuentes de la comandancia 421 de la Guardia Civil, con sede en Zaragoza, no existe en estos nomentos ningún proyecto de áviendas para guardias civiles y sus familiares, por lo que esta situación se prolongará varias semanas.

Hoy se celebrará en la capital aragonesa una manifestación silenciosa en señal de protesta por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil, según informa Javier Ortega. Bajo el lema Zaragoza por la paz y contra el terrorismo, la manifestación ha sido convocada por el ayuntamiento de la ciudad y a la misma se han sumado los partidos políticos, los sindicatos, las instituciones, entre ellas las Cortes de Aragón, así como, diversos colectivos ciudadanos.

La manifestación partirá, a las 11.30 horas, desde la Plaza de los Sitios y tras recorrer calles céntricas de la ciudad concluirá en la Plaza de San Francisco. La corporación municipal ha decretado tres días de luto oficial y el alcalde, el socialista Antonio González Triviño, ha hecho pilblico un bando invitando a los zaragozanos a participar en la manifestación.

[El ministro francés del Interior, Charles Pasqua, reiteró ayer a las autoridades españolas su voluntad de continuar la cooperación en la lucha antiterrorista. y expresó su pesar a las familias de las víctimas en el atentado de Zaragoza, informa Efe].