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El piloto suicida circuló varios kilómetros "sin apartarse y a gran velocidad" según un testigo

Un matrimonio que se dirigía a trabajar a Madrid fue testigo presencial del mortal accidente ocasionado en la madrugada del viernes por un presunto piloto suicida en la autopista de La Coruña cerca de la zona residencia de La Florida. Según dichos testigos, "el causante del accidente circuló durante varios kilómetros por los carriles del sentido contrario, sin inmutarse por los bocinazos y las señales luminosas que le hacían los automovilistas con los que se encontraba de frente". El citado conductor sigue hospitalizado, mientras que la víctima del choque fue enterrada ayer.

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Un hombre equilibrado

La Guardia Civil y el juez de Instrucción número 10 de Madrid siguen realizando investigaciones para aclarar las circunstancias del accidente que costó la vida a Agustín Valencia San Andrés, de 37 años de edad.El siniestro se produjo a las cuatro de la madrugada del pasado viernes en el kilómetro 12,400 de la autovía Madrid-La Coruña. Agustín Valencia se dirigía desde Madrid hacia su domicilio de Majadahonda en coche marca Wartburg y no pudo evitar chocar contra un Volkswagen que irreglamentariamente rodaba en sentido contrario.

Agustín Valencia, vendedor de coches, casado y padre de tres hijos, resultó muerto por fractura de la base del cráneo. José Antonio García Castro, de 50 años, conductor del otro turismo, sufrió traumatismo craneoencefálico y fractura de los huesos de un antebrazo. Se encuentra hospitalizado en el Clínico, custodiado por la policía, por orden del juez que lleva el caso.

Una mujer que viajaba hacia Madrid con su esposo declaró ayer a EL PAIS: "Nosotros vimos a la altura de Las Rozas a un coche que circulaba a gran velocidad, también hacia Madrid, por el carril central de la calzada contraria, la que utilizan los vehículos que se dirigen hacia La Coruña"

La misma fuente explicó que el Volkswagen del presunto kamikaze circuló al menos durante 10 kilómetros en sentido contrario, a una velocidad estimada entre 130 o 140 kilómetros por hora. "Por su forma de correr, con el acelerador pisado a fondo, es imposible que se hubiera equivocado".

"Imposible que se equivocara"

La testigo, que prefiere mantenerse en el anonimato, añadió: "Yo vi cómo el piloto suicida se cruzaba con 10 o 15 vehículos, algunos de ellos camiones de gran tonelaje, cuyos conductores hicieron sonar sus bocinas y le dieron ráfagas de luz. Pese a todo, el loco conductor siguió sin inmutarse"."Es imposible que el hombre del Volkswagen actuara así en caso de que se hubiera metido en la calzada de forma equivocada. En ese caso, lo más lógico es que hubiera reducido la velocidad y se hubiese apartado a un lado de la carretera", manifestó la testigo.

Al llegar a un cambio de rasante, el supuesto piloto suicida seguía circulando a alta velocidad en sentido hacia Madrid. Agustín Valencia, que se encaminaba hacia su casa de Majadahonda, apenas tuvo tiempo de dar un volantazo hacia su derecha, pero no pudo evitar que el contrario se estrellase contra él. "Fue un golpe terrible. El Volkswagen se quedó clavado mientras el Wargburg salió despedido unos 100 metros. Saltaron por el aire trozos de chatarra y piezas de los coches. Nunca lo olvidaré", relató, todavía impresionada, la mujer que presenció el accidente.

Este sangriento suceso ha originado el temor entre los usuarios de la carretera Madrid-La Coruña, porque "lo que pasó el viernes viene a demostrar que es cierto lo que se decía sobre estos pilotos suicidas".

José Antonio García Castro, el presunto causante del accidente, es dibujante de profesión, especializado en el diseño de joyas, natural de Oviedo, y reside en Villanueva de la Cañada (Madrid) desde 1982.

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