Pobreza de recursos
El pasado sábado hizo su debú en TVE como comentarista el seleccionador nacional de baloncesto, Antonio Díaz-Miguel en la retransmisión del partido Estudiantes-Barcelona. Junto a él, Pedro Barthe, sin duda el mejor narrador de baloncesto que hay en la plantilla de TVE. Díaz-Miguel, indiscutible conocedor del mundo del baloncesto, intentó remodelar el esquema tradicional de la retransmisión de este deporte en TVE mezclando algunos toques del estilo de la televisión de Estados Unidos y la más pura tradición del tópico hispano.Díaz-Miguel montó todo un numerazo. Se paseó por las gradas, se metió entre la demencia del Magariños, entrevistó a los periodistas, saltó, gritó y se paseó por la cancha como si aquello fuera su cuarto de estar. Para los espectadores que asistieron al pabellón, el espectáculo de los machaques de Russell y de los movimientos en la zona de Norris quedaron relegados por el continuo ir y venir de Díaz-Miguel, que no supo contener su excesivo ansia de protagonismo.
El seleccionador nacional, que recibe alrededor de 200.000 pesetas por cada aparición, deberá mejorar en el futuro el ritmo de su narración. Pedro Barthe tenía, en ocasiones, que intentar calmar la intensa locución del vociferante y novel locutor, que, sin embargo, aportaba interesantes comentarios técnicos, apoyado en una lamentable y cutre ambientación. Un medio que cuenta con un presupuesto global cercano a los 100.000 millones de pesetas no ha encontrado mejor recurso gráfico para apoyar los comentarios de Díaz-Miguel que una vulgar pizarra de maestro de escuela.
La tecnología televisiva dispone hoy de recursos de grafismo electrónico que pueden superponerse a las imágenes del partido, facilitando las explicaciones de los comentaristas. No estaría de más que a la hora de buscar innovaciones en los formatos se pensara también en facilitar el trabajo de quienes tienen que realizarlo y, de paso, en los telespectadores.
Joventut-Real Madrid se emite hoy a las 20.00 por TVE-2.
