Las molestias musculares de Gordillo abren expectativas a la titularidad de Llorente

Las molestias musculares de Gordillo, que será duda hasta última hora, abren expectativas a la titularidad de Llorente, el triunfador de Oporto, en el partido que disputarán hoy el Real Madrid y el Atlético en el Bernabéu (ocho de la tarde, TVE-2). De jugar Gordillo, Beenhakker alinearía el mismo equipo que ha arrancado la temporada de forma arrolladora, pero su baja provocaría una duda -que afecta al sistema táctico: Camacho o Llorente. En el Atlético, Menotti tiene la baja del sancionado Marina, y afirma que "Alemão y Landáburu son insustituibles".

Las secuelas del partido de Oporto han afectado a Gordillo, que sufre una contractura muscular. El doctor Martínez, Pirri, aseguraba ayer que había que tener cuidado, porque, en caso de forzar mucho al jugador, la lesión podría derivar en una rotura fibrilar. De la lumbalgia de Michel apenas quedan unas leves molestias, y sólo queda también observar si la recuperación física y en su, nivel de juego mostrada por Jankovic en Oporto tiene continuidad.Con todo ello, Beenhakker tiene varias opciones. Si finalmente se decide que salga Gordillo -jugador básico, con Michel, en las penetraciones del Madrid-, el equipo sería el habitual: Buyo; Chendo, Tendillo, Sanchis, Solana; Michel, Jankovic, Martín Vázquez, Gordillo; Butragueño y Hugo Sánchez, que junto a Agustín, Mino, Muñoz Pérez, Camacho, Santillana y Llorente están convocados. Sin Gordillo hay dos opciones.

Clamor en la afición

La primera consistiría en alinear a Camacho en la defensa y adelantar a Solana a la media, con lo que se mantendría el sistema habitual del equipo, pero sin la capacidad del sevillano para romper la defensa contraria. La segunda supondría una apuesta más ofensiva, con la inclusión de Llorente, por la que casi existe un clamor entre la afición. En cualquiera de estos casos parece claro que Solana tiene garantizado un puesto en el equipo.Menotti también puede tener alguna duda, aunque en sus ensayos ha dado la impresión de decantarse por Eusebio para cubrir la baja de Marina, sancionado por un partido por su expresión de "¡a la mierda!", después de que el árbitro del partido contra el Valladolid, Mazorra Freire, le sacara una tarjeta amarilla por simular una caída en el área", tras haber sido derribado claramente por un contrario. Eusebio apenas ha tenido oportunidades hasta el pasado domingo -marcó el tercer gol de su equipo-, porque Menotti ha preferido a Parra y, tras la lesión de éste, ha tratado de encontrar acomodo en el equipo a Alemão y Landáburu, a los que considera ya "insustituibles". Eusebio estaba considerado entre los tres mejores alas derechos del fútbol español, con Michel y Víctor, por lo que podría acusar también su traslado a la otra banda.

Así, el Atlético jugará con: Abel; Tomás, Arteche, Goikoetxea, Juan Carlos; Landáburu, Alemão, López Ufarte, Eusebio; Futre y Julio Salinas, que junto a Mejías, Quique, Setién, Parra y Pedraza completan la lista.

Tácticamente el partido se presenta movido. El Atlético no va a alterar su defensa en línea y su adelantamiento para provocar el fuera de juego del rival; en el Madrid queda la incógnita de si Beenhakker ordenará marcajes individuales de Sanchis a Salinas, Chendo a Futre y Solana a López Ufarte, o bien mantendrá a sus zagueros esperando al contrario que aparezca por su zona. Menotti suele situar a Futre escorado a la derecha en los partidos de fuera para que el portugués arranque desde ahí. Eso forzaría a Chendo, si finalmente es su marcador, a quedar muy alejado del lateral derecho, y a Solana lejos del izquierdo, porque se vería obligado a tapar a López Ufarte y evitar así que Michel quedase demasiado atrás, cortado ante las penetraciones del pequeño diablo, que atraviesa un buen momento de forma.

Pese a que habrá televisión, el lleno será de gala y se espera una recaudación próxima a los 56 millones. Arbitrará Enríquez Negreira, y Jesús Gil, el presidente del Atlético, ha prometido a sus jugadores un millón de pesetas si ganan en el Bernabéu, tras haber logrado ya las otras dos partes de la promesa: vencer en el Camp Nou y al Valladolid. Los madridistas cobrarán unas 400.000 pesetas.