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AJEDREZ

Gran expectación ante la apertura de hoy de Karpov

Leontxo García

La quinta partida del Campeonato Mundial de ajedrez que disputan en Sevilla los soviéticos Gari Kasparov, actual campeón, y Anatoli Karpov, aspirante, se jugará hoy desde las 16.30. Tras su primer descanso reglamentario, Karpov intentará resarcirse, con las piezas blancas, de la derrota sufrida en la cuarta, que igualó el marcador a dos puntos. Logrará el título quien antes sume 12,5 puntos o seis victorias. En caso de empate a 12, Kasparov lo retendrá. Las tertulias de los especialistas se centraban ayer en la apertura de Karpov.

La mayoría apostaba por el peón de dama. Así, sería sorprendente que Kasparov no repitiera la defensa Grunfeld, con la que consiguió igualar sin demasiados apuros en la primera partida y la tercera. Pero, si el equipo de analistas del campeón no ha encontrado en las últimas 48 horas alguna línea satisfactoria contra ella, Karpov podría optar por avanzar dos pasos el peón de rey.La última vez que Karpov tomó esa decisión jugando contra Kasparov fue el 9 de noviembre de 1985, tal vez el día más triste de su vida, cuando perdió el titulo que había mantenido durante diez años. Aquella partida quedó marcada para siempre en el cerebro de Karpov por su fondo, su forma y el insólito ambiente que la rodeó. Durante los minutos que precedieron al abandono de Karpov, que tuvo el caballeroso gesto de rendirse en el escenario cuando pudo haberlo hecho por teléfono tras aplazar la partida, la sala Chaikovski, de Moscú, parecía haberse convertido en una plaza de toros. Ante la inminente derrota de Karpov, decenas de seguidores aserbayanos expresaban ruidosamente su alegría. Los encargados de la seguridad, con malos modos y al grito de "esto es ajedrez, no fútbol", se veían impotentes para expulsar a los ruidosos ante la desesperación de los árbitros y el nerviosismo de algunos espectadores que habían salido al pasillo movidos por el temor de que su corazón no soportara tantas emociones.

Tanta tensión tenía motivos muy justificados. Kasparov, que sólo necesitaba hacer tablas en esa partida para proclamarse campeón, jugó la defensa Siciliana contra la apertura del peón de rey. Karpov se lanzó al ataque contra el monarca negro, pero, de pronto, paró su ofensiva y comenzó a maniobrar. Lo normal, lo sensato incluso, habría sido que Kasparov se mantuviera a la expectativa. Pero, en vez de ello, sacrificó un peón, tomó la iniciativa y montó un tremendo ataque que hizo temblar por diferentes causas a todos los espectadores. Varios grandes maestros calificaron la victoria de Kasparov como "una de las más brillantes en los últimos decenios".

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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