La policía británica desarticula una de las más feroces bandas de 'hooligans'

Casi 200 agentes de la policía británica desarrollaron en la madrugada de ayer en el centro de Inglaterra la operación Tarjeta Roja contra Los Guerreros Zulúes y practicaron 37 detenciones. Los Guerreros Zulúes no son otra cosa que una banda de gamberros aficionados al fútbol -hooligans- que en los últimos tiempos habían extendido al centro de Birmingham, la segunda ciudad de Inglaterra, sus correrías violentas en el estadio.Tras nueve meses de minuciosa preparación y en una rápida acción de madrugada, 180 policías desarticularon ayer a Los Guerreros Zulúes, a quienes ocuparan toda clase de armas blancas y otros elementos contundentes. Los gamberros, algunos sido infiltrados por la policía, después de que a primeros de año las autoridades de Birmingham. decidieran poner fin a las tropelías de este grupo que los sábados, el día en que se disputan los partidos de fútbol en el Reino Unido, se enseñoreaba del centro de la ciudad, destrozaba escaparates, robaba, amenazaba a transeúntes y, al grito de "¡Zulú, zulú!', tendía violentas emboscadas a los seguidores de los equipos que pasaban por el estadio de Saint Andrews, donde juega sus partidos como local el Birmingham City.

La directiva del Birmingham, club del que buen número de los detenidos sus socios, ya había conseguido controlar el acceso de los gamberros al campo, lo que no dejaba a éstos otro lugar que la ciudad para desarrollar sus hazañas. Un grupo de 15 agentes especialmente seleccionados se disfrazó de hooliguns, infiltró el grupo y durante nueve meses siguió desde dentro todas las actividades de Los Guerreros Zulúes.

La con toda propiedad denominada operación Tarjeta Roja alcanzó su punto culminante pasadas las cuatro de la mañana de ayer, cuando 180 agentes sacaron a los gamberros de sus sueños violentos, les despojaron de sus utensilios, algunos tan disuasorias como un machete, y hasta les ocuparon un album de fotografías que documentaba sus acciones. El registro de 35 viviendas permitió detener a la mayoría de los buscados, aunque algunos se salvaron de la operación por no encontrarse en sus domicilios.