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Juanito volvió al Bernabéu y el Málaga le quito los puntos al Castilla

Juan Gómez, Juanito, volvió ayer a casa dispuesto a no defraudar a sus incondicionales. Recibió la mayor ovación de la tarde cuando su nombre fue anunciado por los altavoces y en 30 segundos había regalado ya medio gol a Esteban; se colocó de cerebro, como a él le gusta, y volvió a llevarse los mejores aplausos. Incluso se dio algún paseo por las bandas.Se encontraba especialmente motivado, hasta el descanso. Entonces la fuerza de la costumbre le hizo dirigirse hacia su vestuario de siempre. Husillos le despertó: "Juan, que no es por ahí". Reaccionó. Se dio cuenta de que a su camiseta blanca le habían salido rayas y se fue apagando. Pidió el cambio tras deambular durante muchos minutos en zona de nadie, y volvió a reaccionar cuando su gente le despidió entre aplausos. Todo un regreso.

No estuvieron tan felices sus presuntos sucesores en el Madrid. Maqueda fue una sombra, y Aragón y Vílchez sólo jugaron a ratos. La que se presiente espléndida media del Castilla sigue sin cuajar.

Ayer Santi, un media punta con vocación de extremo, fichado del Rayo, facilitó su labor. Si Aragón y Vílchez encuentran más gente que se ofrezca para recibir pases, su rendimiento mejorará. Si corren más, pueden salirse. Siguen con su hábito de no ofrecer más de un par de remates por partido, pero a cambio amenazan siempre con resolver. Falta que acompañen Aldana y Guillermo. Al primero le sobran regates; al segundo le falta rapidez para rematar.

Del Bosque debe explicar, además, que con que la toquen dos en el equipo puede ser más que suficiente. Diez es un exceso, y el juego resulta empalagoso. Especialmente si se olvidan las labores defensivas y de recuperación del esférico.

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