Thomas Schoenlebe y Calvin Smith, figuras ayer
Thomas Schoenlebe y Calvin Smith fueron los protagonistas de la sexta jornada de los campeonatos. El primero, por su título inesperado en los 400 metros y su récord europeo, y el segundo, porque de nuevo ganó un título mundial, consciente de que no es el hombre más rápido en la distancia. Sin embargo, su demostración en los 100 metros finales fue portentosa. Smith marcó en la recta 9.58 segundos. Su compañero Floyd Heard, que hizo una mala salida, corrió los últimos 100 metros en 9.59. Insuficiente para ganar medalla.
La final de los 400 metros lisos, una de las más esperadas, porque la rivalidad y calidad de tres de los contendientes, ponía cerco al récord mundial de Lee Evans de los Juegos Olímpicos de México de 1968, tuvo un desenlace sorprendente. Había tres candidatos, pero uno de ellos, Schoenlebe, lo era al podio, no al oro. Y ganó en una temporada que ha estado protagonizada por quienes derrotó, Egbunike y Reynolds. Las diez mejores marcas del año se las han repartido ellos dos. Schoenlebe no se lo podía creer, como él mismo reconoció.No hubo récord porque Schoenlebe podía dar la sorpresa con la victoria, pero no con la gesta de derribar una marca que dura ya 19 años. Éste sólo puede ser para Egbunike, que siempre pasa por los 300 metros a ritmo de récord mundial, o para Reynolds en próximos años. Schoenlebe lo que hizo fue competir para ganar, se aprovechó del desfondamiento final del nigeriano y mejoró su récord de Europa.
El error de Egbunike fue creer que tenía que hacer récord mundial para ganar el título. Él ya ha logrado pasar en 31.86 segundos los 300 metros, ayer los buscó nuevamente y no contó con que, al mínimo desfondamiento, Schoenlebe se iba a aprovechar, que para algo ha mejorado su velocidad terminal, como lo demuestra que esta temporada ha mejorado su marca personal de 200 metros desde los 20.91 hasta los 20.48.
Reynolds
Respecto a Reynolds, antes de los campeonatos el máximo candidato al título, ha ido a menos. Inició la temporada espectacularmente y pronto alcanzó, en mayo, la tercera mejor marca de todos los tiempos, 44.10, tras los 43.86 de Evans y los 43.97 de James, realizados también en los Juegos Olímpicos de México. Luego confirmó su categoría haciendo 44.13 y 44.15. No ha podido mantener su forma tanto también, y su declive esta temporada estaba ya cantado en las semifinales, donde se clasificó con grandes dificultades. No obstante, su poderío sigue siendo impresionante, pero es incapaz de mantener un ritmo regular en la carrera. Ayer, su final volvió a ser impresionante, y gracias a él pudo subir al podio, pero llegó demasiado tarde como para disputar el triunfo.En la final de 200 metros, las referencias de las marcas con las que compitieron los atletas tampoco fue válida. Floyd Heard, que ha bajado este año de 20 segundos, pero también en mayo, no tuvo opción. Calvin Smith ganó, pese a que salió retrasado y como si la proximidad de la meta achatara a los finalistas, frenando a los primeros y adelantando a los que iban detrás, Smith se lanzó al primer lugar. Fue el triunfo a conformarse con lo que Lewis le va dejando, ya que el ex recordman mundial de los 100 metros ha tenido que ir recogiendo los éxitos que su compañero no ha querido para sí mismo, es decir, en los 200 metros. Smitt siempre ha ocupado un segundo plano, porque si ha revalidado su título mundial, ha sido porque Lewis no quiso en Helsinki ni en Roma hacer los 200 metros. Y si fue recordman mundial, realizado en 1983 sobre una altura de 2.000 metros, fue porque ningún gran atleta ha querido correr en los últimos cuatro años en altitud.
En esta misma distancia, estadounidense Florence Griffith, que en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles llamó la atención por sus larguísimas uñas, en Roma no fue menos por el traje aerodinámico, de cabeza a los pies, que vistió en las series y semifinales, que ganó. En la final no lució el traje, que incluye gorro, y fue segunda.
Por lo que respecta al decatlón, que se inició ayer, el británico Daley Thompson, campeón mundial, olímpico y europeo, además de recordman mundial, no comenzó como él acostumbra. Logró la mejor marca en los 100 metros (10.67), pero no así en longitud (7,52 por 7,88 Voss) y peso (15,09 por 16,23 Kinder). Al cierre de esta edición figuraba en tercer lugar, por detrás del germano oriental Torsten Voss del francés Plaziat
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