_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Entre rosarios, adulterios y comunistas

Los años sesenta han legado a la historia del arte el irresistible encanto de la superproducción. Pero La conquista del Oeste, Cleopatra o Lawrence de Arabia, por poner tres ejemplos dispersos, son sólo el reflejo inmaculado de esta moneda de oro cuya otra cara, inevitable, sería Las sandalias del pescador, película realizada en 1968 por Michael Anderson a partir de la literatura enquistada de Morris West. Religión y política se mezclan en este interminable capricho de Dios.Su primera mitad, aproximadamente, es, quiere ser, didáctica. Los senderos interiores que sigue el Vaticano cuando un papa desaparece para que otro entre. Humos de todos los colores -que un periodista nos cuenta, micro en mano, desde una azotea cercana- antes de la elección de un papa soviético. Tiara en cabeza, lo que sigue es política-ficción de rango ínfimo: los comunistas amenazan al mundo con una tercera guerra mundial y será el propio Sumo Pontífice quien mediará en la ensalada sin necesidad de besar aeropuertos. Para colmo, el susodicho periodista es un adúltero de mucho cuidado, y la película, que no parece tener prisa alguna en acabar, dedicará buena parte de su cuerpo a contarnos sus cuitas y a intentar comprenderlo un poco.

Las sandalias del pescador se emite hoy, a las 22

15, por TVE-1.

Contra todo pronóstico, Las sandalias del pescador, aunque en España funcionó de maravillas, fue un fracaso comercial pese a contar en su cabecera con piezas del calibre de Anthony Quinn, sir Laurence Olivier, David Janssen o Vittorio de Sica. Como superproducción, su acabado es tal vez irreprochable, pero el hechizo que por aquellos años gente como Mankiewicz, Lean, Ray o Mann metían en sus mastodontes no se produce.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_