_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¡Septiembre!

¿De qué se habla por el verano? La previsión del tiempo para las próximas horas es una de las mayores preocupaciones del veraneo de los españoles. Los hay que prefieren pasar su descanso estival en un lugar con seguro de sol, y los hay que prefieren la tranquilidad y el bello paisaje al calor y el bullicio. Son opciones que cada uno se piensa y proyecta a medida que transcurre la primavera, el cansancio de 11 meses de trabajo aprieta y hay que sacar a los chiquillos al aire.Comienzan entonces las llamadas al casero de la costa, las vueltas y revueltas a la agencia de viajes y apartamentos, la escapada al pueblo para confirmar el alquiler de la casona durante el verano. Y los fines de semana y puentes de mayo se escapa uno a la sierra para calentar motores. "Este año vamos en julio porque en agosto ya empieza a refrescar", dicen los amantes del bochorno. "En agosto no se puede hacer nada aquí, está todo cerrado, mientras en julio te puedes divertir bastante", comentan los otros.

Pero llega el verano, un verano como éste, y todo sale al revés. En julio caen trombas de agua. En agosto sale cada vez menos gente y no se enfría el rostro. En la costa sur no hace calor, hay marejada continua y no encuentras un sitio que no esté lleno de porquería y detritus para darte un chapuzón. En la norte llueve un día sí y casi otro también. Y en la este están todos, todos, todos. Palos hay para conseguir sitio donde te pongan la ensalada y el chuletón o la paella. Para colmo, en la montaña abundan las nieblas, las tormentas, los incendios forestales y los restos de las comidas campestres de los fines de semana.

Total, un verano patas arriba. Los de septiembre se frotan las manos. Septiembre siempre sale bien: más tranquilo, mejor tiempo, más barato... Y te lo sueltan en cuanto pueden. Es la guinda para estropearte el veraneo.

En fin, dicen que todo este lío proviene de los estornudos de Zeus, Eolo y Neptuno debidos a la contaminación que producimos. Y es que el verano ya no es lo que era.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_