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MOTOCICLISMO

Aspar insiste en probar fortuna en 125cc

Jorge Martínez Aspar (Derbi), que el pasado domingo renovó su título de campeón del mundo de motociclismo de 80cc al ganar la carrera del Gran Premio de Inglaterra, celebrada en el circuito de Donnington Park, declaró ayer, a la llegada al aeropuerto de El Prat, de Barcelona, que le haría mucha ilusión intentar el doblete el próximo año en las categorías de 80cc y 125cc."Espero estar en 125cc con Derbi el año próximo", comentó el piloto de Alcira (Valencia), que el domingo consiguió su decimocuarta victoria en un gran premio. "De hecho, mis planes son los de correr en las dos categorías. En 125cc, con vistas a poner a punto la moto, dado que la máquina será totalmente nueva y monocilíndrica, aunque no debemos descartar lograr buenos resultados. En 80cc quisiera alcanzar el tercer título. Ésos son mis objetivos. Pero Derbi es la que tiene la última palabra", dijo.

Aspar llegó acompañado de su compañero de equipo, Manuel Champi Herreros, que se fracturó la clavícula izquierda por tres sitios la misma mañana de la carrera, en los entrenamientos libres. Champi era, paradójicamente, el único que podía evitar matemáticamente que Aspar se proclamara campeón aun ganando en Donnington Park. Si Herreros ocupaba una de la cuatro primeras plazas de la prueba, el título todavía estaba a su alcance. "En un ángulo muy cerrado de derecha", explicó Champi, "tal vez aceleré antes de tiempo, la pista estaba muy húmeda, derrapó la rueda trasera y salí despedido de la moto".

Todavía un proyecto

Las posibilidades de que Derbi decida afrontar el próximo año los dos campeonatos (80cc y 125cc) parecen cada vez más clara, aunque tanto los responsables de la fábrica como los miembros del departamento de competición todavía no han celebrado la reunión definitiva para decidir este extremo. Pese a haberla anunciado para después del Gran Premio de Holanda, disputado el pasado 27 de junio, la decisión parece aplazarse hasta dentro de unas semanas.La euforia que se vive en estos momentos en la fábrica catalana y, principalmente, en el equipo de competición que capitanea Santi Rabasa, hijo del propietario de la empresa, hace que los dirigentes de Derbi se planteen la posibilidad de afrontar ese reto.

La decisión, según ha podido saber este periódico, supone más un esfuerzo humano que económico, ya que las mismas personas que fabrican, mejoran y mantienen la ochenta deberían fabricar, mejorar y mantener la nueva máquina de 125cc. Esas mismas personas son las que deben cuidar de las motos en los grandes premios con la dificultad que supone que tanto los entrenamientos como las carreras de ambas categorías se celebran una detrás de otra. En caso de afrontar esta nueva empresa, Derbi debería reestructurar su departamento de competición.

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