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EL TOUR

El 'sprinter' holandés Van Poppel ganó la octava etapa, tras fracasar una escapada final de Echave

Luis Gómez

Julio César Cadena pagó caro el esfuerzo de una larga escapada en solitario, como el día anterior su colega Clere, pero mantuvo a Colombia ilusionada ante la hipotética gesta de una victoria en una de las etapas más llanas. Cadena pinchó poco antes de la meta, por lo que resultó ser uno más de tantos espectadores que ven pasar el pelotón desde la cuneta. Ganó Van Poppel en la llegada masiva. El español Echave pudo ganar, cuando saltó a falta de seis kilómetros, pero fue cazado poco antes de la meta

La escapada de Cadena fue larga, muy larga, de casi 170 kilómetros, consentida alegremente por el pelotón que se relajó ante la referencia del colombiano en cabeza y en etapa llana. Cadena saltó en el kilómetro 25 y fue perseguido por el veterano Bernaudeau, quien ayer cumplió 31 años. Pero Bernaudeau se aburrió de estar en un posición intermedia que a nada conducía, ni a la atención de la televisión ni a la captura de premios en las metas volantes. Por eso Bernaudeau, en un momento dado, allá por el kilómetro 100, decidió esperar al pelotón. Era difícil dar marcha atrás, pero lo habría hecho.Así que Cadena se quedó solo, animando la madrugada colombiana y acumulando minutos de ventaja hasta una máxima diferencia de 13.50 minutos. Por un momento, surgió un grupo perseguidor, producto de un corte, donde viajaba el mismísimo líder, Maechler. El pelotón no lo consintió y neutralizó esta escapada. En esa batallita pudo observarse que Cadena perdía dos minutos en muy pocos kilómetros. Cadena era más escalador que rodador y la Única duda. estaba en comprobar cuánto tiempo tardaría en ser cazado. Su escapada terminaría siendo más desgraciada que la de Clere el día anterior. Cadena llegaría el último, después de sufrir un pinchazo cuando sólo le restaban 42 segundos de diferencia, a 10 kilómetros de la meta.

Ataques hispanos

A poco más de siete saltó Echave, el especialista del BH en llegadas en solitario tras atacar en los últimos kilómetros, y a punto estuvo de sorprender al pelotón. Pero el Tour no es la Vuelta y si en España (más aún en una ronda tan poco combativa como la pasada) es factible la sorpresa, en Francia ya es otro cantar. El Superconfex llevaba varios días intentando colocar a su hombre rápido, Van Poppel, y tiró con fuerza, esta vez con frutos. En los metros finales, otro BH, González, saltó también para sorprender al pelotón, pero no pudo. Domínguez fue, de nuevo, el mejor, el más rápido, en octava posición en el sprint masivo. Los españoles siguen esperando la montaña, parece claro.

"Yo sólo les digo estos días que tengan cuidado con las escapadas", explicaba Mínguez, director del BH, "porque son en grupo difíciles de adivinar. Hay muchos saltos y nunca sabe cuándo estás en la rueda". De todas formas, Mínguez, aparte del retraso en la contrareloj por equipos y de Cubino, ha tenido más suerte que sus colegas: colocó a Domínguez y a Echave en dos escapadas de las buenas. "Yo no les digo sencillamente nada. Ellos ya saben lo que tienen que hacer.

Echávarri, preparador del Reynolds, es más explícito: "Nuestro terreno no es éste. El nuestro es el Midi francés, entre los Pirineos y los Alpes". Echávarri mueve, de momento, dos peones: "Seguimos confiando en Arroyo, al que tenemos que recuperar para la general, y hemos dado libertad a Julián Gorospe para que economice esfuerzos de cara a la contrarreloj del viernes. Úbeda, Rubén Gorospe y Ocaña estan para ayudar a Arroyo; Gómez, también, pero tiene libertad para atacar si puede. Si las cosas nos salen mal, ya veremos; entonces pasaremos a la ofensiva".

La jornada se cerró con al gún cúmulo de especulaciones, como el posible fichaje del francés Caritoux por el Kas, al parecer impuesto por Kelly. Kelly, además, sorprendió a la Prepsa con declaraciones a Le Parisien, donde se mostró un tanto desmoralizado. "Kelly ha virado al verde", tituló dicho diario para explicar que el objetivo del irlandés se encamina a obtener, de momento, el liderazgo de la regularidad.

El colombiano Lucho Herrera, por su parte, se mantiene tranquilo, pero ataca de palabra: "Me conformo con perder 12 minutos antes de los Pirineos", le comentó a Hinault, en funciones ahora de asesor técnico del Tour, y, también, de comenarista.

Lucho Herrera se encuentra a 9.14 minutos del líder y su objetivo es no salir mal parado el viernes en la contrarreloj de 87.5 kilómetros, en la que perfectamente puede perder más de 4 ó 5 minutos. Pero Herrera lleva menos de cuatro minutos de diferencia respecto a Roche y ése es un argumento que le hace sentirse imbatible.

La jornada más larga

Hoy, se disputa la novena etapa, la más larga del Tour, de 260 kilómetros de recorrido, entre las localidades de Orleans y Renaze. El perfil de la etapa es extraordinariamente llano, sin más dificultades que dos puertos de cuarta categoría muy cerca de la meta.

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