Félix Pons reconoce que la imagen de las Cortes no es satisfactoria
El presidente del Congreso, Félix Pons, afirmó ayer que el grado de conocimiento que los ciudadanos tienen del Parlamento "no es satisfactorio", al tiempo que reveló su inquietud por el hecho de que los líderes nacionales, incluido el presidente del Gobierno, Felipe González, registren persistentes ausencias en las sesiones parlamentarias. Pons aseguró que en alguna ocasión había transmitido a las principales figuras de la política la conveniencia de que su presencia fuera más asidua. El titular del Congreso realizó ayer un resumen de lo que ha sido el segundo período de sesiones de esta legislatura, mostrándose globalmente satisfecho por lo realizado. Según Pons, ningún acontecimiento que haya preocupado a la sociedad ha dejado de tener resonancia en la Cámara.El titular de la Cámara Baja aseguró que se ha producido una correlación satisfactoria entre las grandes cuestiones de interés de la sociedad y, el objeto del trabajo parlamentario, resaltando la actitud de los grupos que han sabido dar prioridad a las iniciativas que eran polémicas o de interés para los ciudadanos.
El presidente del Congreso comentó las más variadas cuestiones que han tenido que ver con el Parlamento en los últimos tiempos, como fue el acatamiento, a la Constitución "condicionado" que realizaron los pasados días los eurodiputados Carlos Garaikoetxea, de Eusko Alkartasuna y Txerria Montero, de Herri Batasuna. "Esas fórmulas no constituyen un buen precedente", afirmó. El presidente del Congreso realizó frecuentes, comparaciones del trabajo del Parlamento español con las cámaras europeas, para concluir que el de este país resultaba muy digno e incluso en algunos aspectos mejor que el de sus homónimos de Europa.
En el apartado de la autocrítica, Félix Pons señaló que el grado de conocimiento de los ciudadanos sobre la labor parlamentaría no era satisfactoria y señaló como uno de los factores, "pero no el único", la forma en la que esta labor llega a los ciudadanos a través de los medios de comunicación. Otro elemento que dificulta el acceso del Parlamento a la sociedad es el propio lenguaje parlamentario.
