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Gastar 100 millones para ingresar 200, política del Málaga

"Gastar 100 millones, para ingresar 200". En esta frase del vicepresidente del Málaga, Francisco García Anaya, se resume la política de la directiva malaguista, en su afán de subir a Primera División la próxima temporada. El club entiende que invertir en jugadores malagueños que han triunfado -Juanito y Esteban-, en extranjeros con vitola de figuras -quiere a Schumacher- y en un entrenador de fama -negocia con Kubala- es la única salida viable para una situación desesperada, con unas deudas por valor de 1.000 millones de pesetas. Esta temporada perdió 100 millones.

La idea de Eduardo Padilla al tomar las riendas del club tras la salida de la presidencia de Pérez Gascón era clara: reforzar el equipo con jugadores que, sin ser grandes estrellas, aportasen al Málaga lo suficiente para ascender de categoría. Así, a comienzos de la pasada temporada, vinieron Duque, De las Heras, Paquito, Fonseca y Da Silva, entre otros.La campaña no comenzó mal. El Málaga llegó a tener cinco positivos. Pero a raíz del fallecimiento del portero GaHardo, que sufflé un golpe en la cabeza, el Málaga se fue abajo. Los malos resultados trajeron consigo un abandono total de los aficionados. Los 5.000 socios -el Málaga llegó a tener 18.000 en Primera Divisióneran insuficientes para hacer frente a una nómina mensual de 16 millones de pesetas, sobre todo con recaudaciones por partido que no Regaban a sobrepasar las 200.000 pesetas. El Málaga, con un gran estadio, producto del Mundial 82, una amplia estructura de técnicos y equipos inferiores, un gigante de pies de barro, se rompía por momentos.

Hace apenas dos meses, un industrial de la Costa del Sol, Francisco García Anaya, safló a la palestra afirmando que quería ser presidente y que estaba respaldado por un grupo de personas dispuestas a poner sobre la mesa 100 millones de pesetas.

La anterior directiva estaba decidida a mantener una política de cantera con la esperanza de que se tuviera suerte y se pudiera ascender de categoría. Era una política no compartida del todo por Eduardo Padilla, que ya había iniciado tímidos contactos con Juanito y Esteban. Ante el ofrecimiento de García Anaya, el actual presidente exigió garantías para recuperar los 60 mfflones de pesetas que había puesto de su bolsillo en poco más de 14 meses.

La idea de contratar a.jugadores veteranos, con gancho para la afición, con calidad y categoría demostrada, que hicieran viable el ascenso, era la de Eduardo Padilla y también la del nuevo grupo de directivos.

Nuevos directivos

Tras varias reuniones con los aspirantes a entrar en el club de La Rosaleda, Eduardo Padilla solicita la dimisión de la anterior junta e incorpora en su totalidad al grupo encabezado por García Anaya, que es nombrado vicepresidente. Padilla afirma que, en cuanto se vea liberado de¡ dinero desembolsado, cederá la presidencia.A raíz de la conformación de la nueva junta directiva, el Málaga se lanza en busca de nuevos jugadores. Se intenta repescar a los malagueños que han triunfado, casos de Juanito y Esteban. Hay gestiones con Schumacher y Sirakov. Como entrenador suena insistentemente Kubala. Los dos primeros ya pertenecen a la plantilla del Málaga. Los otros parecen descartados, pero el club sigue buscando.

Esta política de "invertir 100 millones para ingresar 200" es compartida por una inmensa mayoría de los técnicos y empleados del Málaga, a pesar de que hay quienes llevan más de tres meses de atrasos en la percepción de sus haberes mensuales. "El Málaga necesita un revulsivo, si no desaparecerá; esta jugada es a una sola carta: si sale mal, también nos vamos al garete, pero es la única salida viable", afirmaba un administrativo del club.

El primero de los objetivos parece que se ha cubierto; en Málaga se vuelve a hablar de fútbol. Hay demanda para hacerse socio, la gente desea que acabe esta temporada de tragedia y mediocridad para dar paso a otra nueva llena de esperanza y anhelos. Los aficionados hacen composiciones del equipo ideal: hablan de la conjunción de veteranía y juventud, de que el Málaga va a arrollar. Todo es ya ilusión.

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