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Jacinto Pellón y José Luis Ballester

Dos nuevos gestores para la Expo 92

La incorporación de dos personas, Jacinto Pellón y José Luis Ballester, al esquema organizativo de la Exposición Universal de 1992 ha producido en Sevilla, sede de la muestra, un vuelco total en el ambiente que rodea al proyecto. Ahora se espera que ambos logren imprimir un ritmo distinto. Con amplia experiencia en la iniciativa privada, son los máximos responsables de los órganos de apoyo del comisario Manuel Olivencia: la Sociedad Estatal para la Exposición Universal y la Oficina del Comisario.

A Jacinto Pellón, nacido en Soto Ruiz (Santander) hace 50 años, ingeniero de caminos y militante socialista, le venía rondando en la cabeza desde hace meses el asunto de la Exposición Universal. Hasta Madrid, donde ocupaba el puesto de director de proyectos especiales en la empresa Dragados y Construcciones, llegaban los mensajes intermitentes de quienes pensaban que podría ser útil para la Exposición Universal. "Eran amigos que me pedían que entrara de lleno en el proyecto", dice. Al final decidió aceptar "el desafío" de ocupar el cargo de consejero delegado de la Sociedad Estatal, tras varias conversaciones con Emilio Cassinello, presidente de esa sociedad, y con el comisario Manuel Olivencia, con quien matizó -y no poco- su incorporación.Este pasiego, como así de autodefine, llega a la Expo 92 con el ánimo de imponer nuevos aires, "los mismos de la empresa privada, con capacidad para decidir a todos los niveles". Sin embargo, no quiere ser considerado como el salvador de la exposición. "Me preocupa que se crea que con mi llegada todo está arreglado", comenta, a la vez que insiste en que en los últimos años se han hecho más cosas de las que él esperaba. "Quizá lo que falte ahora es definirlas, ponerlas en práctica, imponer otro ritmo, marcar otra velocidad", añade.

Por lo que se refiere a la otra cara nueva en la muestra, la de José Luis Ballester, para nadie es un secreto que Manuel Olivencia ha jugado un papel clave en su incorporación. Ballester asegura "admirar profundamente" al comisario general, con quien sigue manteniendo la relación "del discípulo con su maestro". Ballester, nacido en Sevilla hace 45 años, pero siempre vinculado familiar y profesionalmente a Cádiz, es licenciado en Derecho y ha ejercido la docencia, además de ocupar cargos en distintas organizaciones empresariales gaditanas, puestos todos ellos a los que ayer renunció. "No se puede tener ocupada la mente en varias cosas", comenta. Su vinculación a la empresa privada será factor decisivo para dinamizar las relaciones con los empresarios y lograr su participación en la Expo 92. El secretario general de la Oficina del Comisario asegura que su nuevo puesto es sólo un paréntesis. Su vocación, dice, es la empresa privada. "Jamás pensé ocupar un cargo público, pero el profesor Olivencia me dijo que me necesitaba, y aquí estoy".

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