La fiesta nacional

Estaba en el campo. Había llegado a su edad adulta y vio cerca de él a cinco ejemplares del sexo contrario. Se acercó a ellas con brillantes intenciones y, en ese momento, lo agarraron y lo metieron en un camión. Quiso preguntar y nadie le respondió. Al cabo de cierto tiempo, abrieron la puerta y lo dejaron en un patio con otros, tan extrañados como él. Hasta entonces habían vivido sin grandes problemas y no tenían ni idea de lo que les iba a suceder a continuación. De pronto, abrieron las puertas del patio y lo condujeron hacia otro lugar más amplio. Sintió el sol en sus ojos y oyó un ruido infernal. Poco después, alguien le clavó algo en la espalda, otro le puso un trapo delante de la cara... no entendía absolutamente nada. Sólo quería volver a algún sit¡o pequeño y seguro en el que nadie le agrediera.Lloró y no sirvió de nada. Nadie parecía oírlo y nadie se compacedió de él. Después.de marearlo y herirlo, sonó un ruido diferenciado de los demás y sintió un dolor enorme en la nuca. La vista se le nubló y murió sin entender nada. ¡Fiesta nacional!

Que los amantes del toreo le pregunten a un biólogo las diferencias en el sistema nervioso entre un ser humano y url toro. Quizá se sorprenderían.- Victoria Utosa Amador.