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El sistema financiero va a la concentración de entidades, según Sánchez Asiaín

Los cambios profundos a los que se ve sometido el sistema financiero en la actualidad y el mantenimiento de esta tendencia para los próximos años darán lugar a una intensa reestructuración del sector, que se concretará en "un proceso de fusiones y absorciones que darán paso a un sector mucho más concentrado e interdependiente que el actual", señaló el presidente del Banco de Bilbao, José Angel Sánchez Asiaín, en su discurso de ingreso en la Academia de Ciencias Morales y Políticas.

El sistema financiero asiste en estos años a un continuado proceso de desregulación, entendiendo como tal la desaparición de las intervenciones protectoras y de fronteras financieras, junto a los cambios que impone la innovación tecnológica y los procesos de ruptura de los vínculos tradicionales que existían hasta ahora entre bancos y clientes al haberse introducido con fuerza creciente los procesos de titularización de las operaciones financieras.Por todo ello, el presidente del Banco de Bilbao considera que en el marco del horizonte del próximo siglo los procesos continuados de fusiones y absorciones entre sociedades financieras y entidades que no tienen nada que ver en la actualidad con el sistema financiero se acentuarán. Así, "a pesar de la existencia de una mayor homogeneidad entre los distintos sistemas nacionales, en el año 2000 el rótulo de banca amparará instituciones muy diferentes y, al final del proceso, determinados bancos se parecerán más a lo que hoy identificamos como actividades no bancarias que a lo que entendemos por un banco".

Para Sánchez Asiaín, el camino a recorrer dirige a un escenario en el que habrá tres tipos de organizaciones: un número muy reducido, con presencia en los países y mercados más significativos y que actuarán en el mercado global; el segundo grado de bancos lo forma un grupo de entidades multinacionales, que operarán en extensas áreas geográficas, y en el último se encontrarán las organizaciones nacionales que trabajen dentro de su mercado de origen, con la intención de abarcarlo en su totalidad o de especializarse para ocupar zonas específicas de acuerdo con su dimensión.

La respuesta organizativa que las instituciones financieras están dando a esta revolución bancaria es la construcción de conglomerados que van mucho más allá del concepto de supermercado financiero, en su versión de banco universal.

Papel de los bancos

Estos conglomerados, según José Ángel Sánchez Asiaín, formados por múltiples instituciones financieras y no financieras, no buscan un mero crecimiento cuantitativo, sino que se trata de una adaptación cualitativa y diversificada de la oferta a la demanda.

Los bancos son una pieza de este conglomerado, pero no necesariamente la básica, según Sánchez Asiaín, quien viene defendiendo esta tesis desde hace varios años y de hecho ha iniciado una política de desarrollo corporativo en este sentido.

Los problemas de la globalización de la actividad financiera plantean, en opinión del presidente del Bilbao, distintos frentes de posibles crisis para los próximos años entre la que destaca la pérdida del poder de monopolio que tenía la banca como creadora de activos y pasivos financieros, al entrar en competencia toda una gama de sociedades no financieras.

El profesor Enrique Fuentes Quintana fue el encargado de glosar el discurso del presidente del Banco de Bilbao y señaló que, partiendo de la base de que la reforma del sistema financiero español se ha hecho sobre las únicas premisas posibles, "la exigencia de un margen superior de estabilidad reclama la mayor de las atenciones de la sociedad española que no puede seguir encomendando a su política monetaria todas las tareas de lucha contra la inflación". Para Fuentes, la reforma estará condicionada siempre a la evolución del déficit público.

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