Un ex jugador de la NBA demanda a su psiquiatra
Los escándalos sobran en la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) últimamente. El jugador Michael Ray Richardson, sancionado de por vida por reincidir en el consumo de drogas, ha demandado no sólo a su psiquiatra -al que le acusa de tratamiento erróneo- sino al club, New Jersey Nets, como cómplices en su problema de drogadicción. Nueve personas están involucradas en un feo asunto en los Phoenix Suns y algunas acusaciones han salpicado a jugadores de los Celtics y Milwaukee Bucks.
"Lo único que les importaba en este tiempo era ganar partidos", dijo Richardson, un base de 1,96 metros, quien estaba cotizado por tres millones de dólares por cuatro años. Richardson pide daños de 3,5 millones de dólares contra el doctor Russell Ferstandig, mientras también busca un indulto por parte de la NBA. No sólo acusa al psiquiatra de ignorar los resultados positivos de un sin número de controles antidoping sino que también reclama que Ferstandig le proporcionó 60 dólares para comprar crack, un derivado puro de la cocaína . "Fue mi cuarta o quinta visita con él", dijo Richardson. "Él me dijo que quería ver lo que estaba fumando. Fui para Nueva York y le obtuve un poco. También obtuve para mí. Si un hombre sufre de diabetes tu no puedes mandarle que vaya a buscar azúcar".
Caso Richardson
Pero el caso Richardson puede ser espectacular, porque tiene un historial largo de cocainómano fueron los últimos incidentes los que depararon una sanción. Desapareció en varias ocasiones sin justificación y fue ingresado e una clínica. Luego, jugó 16 partidos muy por debajo de su nivel. El 25 de febrero de 1986 fue sancionado de por vida.El abogado de Richardson reclama que la NBA tiene que compartir la culpa por un tratamiento perjudicial. Seis meses después de la sanción, el psiquiatra fue detenido con seis botellas de crack y perdió su coche BMW durante una redada policial por Washington Heights, uno de los centros de tráfico de droga de Nueva York. Ferstandig ha dejado ya la práctica médica.
Por si todo esto no fuera una pesadilla lo suficientemente grande, el escándalo de Phoenix, donde nueve personas, tres de ellas jugadores de los Suns y otros dos jugadores retirados, fueron denunciados por drogas el 16 de abril, sigue ampliándose. El periódico Mesa Tribune, en Arizona, publicó los trasuntos de las declaraciones secretas de parte de otros dos jugadores ante un gran jurado, en las que se acusa al base Dennis Johnson, de los campeones Boston Celtics, y a los pívots Jack Sikina y Paul Mokeski, de los Milwaukee Bucks, de tomar cocaína.
Las autoridades de Arizona también están investigando si hubo un arreglo sobre el resultada del partido del 21 de febrero entre Phoenix y Milwaukee, que terminó 115-107 a favor de los Bucks, y si uno de los individuos ya denunciados le proporcionó a Sikma y a Mokeski 100 dólares en cocaína antes del partido.
Y un caso aparte en Nueva York. Se investiga si algunos jugadores naturales de la ciudad, entre ellos el alero Walter Berry, quien fue escogido en la primera vuelta del sorteo anual de jugadores universitarios por los Portland Trail Blazers y después traspasado a San Antonio, fueron corredores de dinero durante sus años como juveniles para un traficante de heroína.
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