El padre del 'etarra' no reconoció a los guardias civiles en una rueda de identificación
Tomás Linaza Euba no reconoció ayer como participante en los malos tratos que denunció haber sufrido en mayo de 1981 a ninguno de los 10 guardias civiles comparecientes en ruedas de reconocimiento ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao, convocados por la magistrada María Elisabeth Huerta. Linaza pidió al término de la práctica de la prueba "que envíen de una vez a los que han sido, porque los mandos de la Guardia Civil saben de quiénes se trata".Las ruedas se iniciaron en una sala especialmente habilitada de la Audiencia de Bilbao pasadas las 12.30, con más de sesenta minutos de retraso, pese a que los 10 guardias citados se encontraban presentes a la hora señalada. Se realizaron tres ruedas sucesivas. Los guardias fueron presentados ante Linaza mezclados con agentes de la Ertzaintza (policía autónoma vasca). Guardias civiles de paisano impidieron el acceso de los informadores a las dependencias donde se celebró la prueba. Los agentes convocados a las ruedas abandonaron la sala por un ascensor interior, sin que pudieran ser vistos. Hasta el momento, han participado en ruedas de reconocimiento más de 150 agentes, de los que Linaza ha reconocido a dos, un sargento y un número.Al abandonar la Audiencia, Linaza declaró estar seguro de reconocer si los ve a los guardias que le maltrataron y pidió a los mandos del cuerpo "que los manden de una vez, porque son ellos quienes deben venir y nadie más". Linaza no quiso pronunciarse, a preguntas de un informador, sobre la posibilidad de que existan maniobras dilatorias o intentos de confundirle por parte de los responsables de la Guardia Civil.La investigación sobre este caso, que este mes cumple seis años, se inició por una denuncia de Tomás Linaza, que aportó entre otros elementos de prueba un certificado del médico forense de la Audiencia Nacional.
