Las eléctricas firmarán la semana próxima su aportación de 18.000 millones a FECSA
Las eléctricas llegaron el pasado miércoles, en su reunión semanal en la sede de Unesa, a un acuerdo inicial para firmar, probablemente el próximo miércoles, día 6 de mayo, su compromiso para subscribir una prevista ampliación en el capital social de Fuerzas Eléctricas de Cataluña (FECSA) por importe de unos 18.000 millones de pesetas. Las empresas condicionan su entrada en FECSA a que la ampliación se realice en los términos propuestos en la carta que enviaron el pasado día 2 de abril al Ministerio de Industria, que especificaba las aportaciones respectivas y las condiciones de la misma.
Por otro lado, la compañía catalana, que ayer amplió su consejo de administración de 15 a 17 miembros, con la incorporación de Andreu Buades y Juan Echevarría, ha enviado un nuevo télex a los bancos acreedores en divisas convocándoles a una reunión, el próximo día 6 de mayo, a las 10.00 de la mañana, en el hotel Beverly de la capital británica. FECSA tiene previsto explicarles el plan de viabilidad y comenzar, formalmente, el proceso de renegociación de su deuda bancaria. Andreu Buades es un ex directivo de la Caja de Barcelona, que fue director financiero de la eléctrica catalana hace ya varios años. Por su parte, Juan Echevarría es presidente de Nissan-Motor Ibérica y entraría en el consejo en representación de los bancos nipones acreedores.La aportación de las empresas eléctricas de los 18.000 millones que componían el denominado "2%, fondo de saneamiento del sector% se realiza, en esas condiciones, por indicaciones del Ministerio de Industria y Energía que, normativamente, tiene la facultad legal de su distribución "a propuesta de Unesa". La asociación eléctrica expuso su sugerencia correspondiente el.pasado día 2 de abril, en una carta cuyo contenido, según algunas fuentes, sé refería a la aportación que cada empresa debía realizar.
Otras fuentes sin embargo, resaltaron ayer que el compromiso que firmarán las empresas para la entrada en el capital de FECSA está condicionado, entre otras cosas, a que la compañía no se vea forzada, en algún momentg, areducir su actual capital social de 91.000 millones de pesetas, en una operación acordeón forzada por el proceso de saneanúento de la empresa.
Aunque el plan de viabilidad presentado por la sociedad, no contempla esta posibilidad, limitando los ajustes patrimoniales a una importante reducción de sus reservas voluntarias, algunas sociedades, como Iberduero y Sevillana, han expresado su temor a que FECSA se vea obligada por las circunstancias a reducir su capital, con lo que la aportación del sector se vería automáticamente reducida en el mismo porcentaje que la de los fondos propios.
Reservas
Fuentes de otras compañías señalan, sin embargo, que las reservas de las sociedades en las que participa significativamente el Banco de Vizcaya esconden un temor mucho más concreto: el efecto que tendrá sobre algunas compañías los aumentos previstos que prevé el, plan de viabilidad de FECSA en los pagos por compensaciones. Para materializar este pago se requiere un cambio en el criterio oficial sobre el cálculo de las compensaciones (paso de costes estándares a costes auditados), modificación que perjudiciaría básicamente a Iberduoro. Hay que tener en cuenta que, sólo en 1986, la empresa bilbaina tuvo que aportar más de 18.000 millones de pesetas al fondo de compensaciones.La polémica se complica con las quejas de otras empresas en relación al actual sistema de cálculo de compensaciones, que, a. su juicio, beneficia, en cualquier caso, a Iberduero. A este respecto sacan a relucir el denominado pago de 0,40 pesetas "por el agua que no cae". Es decir, según algunas empresas, que hacen una referencia irónica a la enorme potencia de origen hidraúlico que tiene la compañía con sede en Bilbao, "Iberduero cobra por compensaciones hasta el agua que no tiene sus embalses".
Por otro lado, en medios de la compañía FECSA se guarda un cauto optimismo sobre la marcha de la crisis después que los bancos guardaran silencio tras la recepción de un télex de la empresa, en la que ésta reduce unilateralmente el pago de intereses a la previsión expuesta en su plan de viabilidad; es decir, simplificando, dos puntos de diferencial negativo sobre el interbancario madrileño y punto y medio sobre el londinense. Finalmente, y tras serio estudio, la sociedad decidió no cargar con un punto adicional la rebaja de intereses.
Fuentes de los bancos acreedores estiman que la empresa, en esta última medida de presión, "ha actuado obedeciendo instrucciones muy precisas de parte oficia, a menos que sus directivos sean unos suicidas, lo que no es creíble".
Los bancos esperan a la reunión de Londres para exponer su postura y matizar en persona a Luis Magaña, presidente de FECSA, hasta donde pueden llegar en el sacrificio que se les exige.
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