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BALONCESTO

El Barça cerró la temporada del Madrid

Luis Gómez

El Barcelona ya es finalista. El Madrid acabó la temporada sin un título en su haber; cumplió el pronóstico aunque bien es cierto que luchó al final por ir contra corriente. Pero ayer, en un partido tenso pero de escasa calidad, tomó conciencia de su impotencia para ganar al Barcelona, desprovisto de tiro exterior, con la defensa desarticulada porque apenas ha defendido bien en todo un año, con Spriggs topándose una y otra vez con dos azulgrana que le cerraban el paso. El Barcelona dominó el marcador durante 40 minutos, pero buscó su ritmo y encontró un hombre clarividente, Solozábal, que llevó la contabilidad del choque con prudencia, con limpieza y cuadran do el balance con exactitud.Los dos equipos cometieron suficientes errores como para que el partido hubiera dado de si cualquier cosa, y hasta cualquier resultado. El Barcelona salió con complejo Romay y se empeñó en jugar contra él los minutos iniciales lo que ocasionó que Jiménez, además de ganarse un par de bofetones -uno resultó clamoroso tras el saque inicial del segundo período-, se situara con su tercera personal muy pronto. Sin él, el Barcelona perdía movilidad e la zona lo que ayudaba a la de fensa madridista. Después, el, conjunto azulgrana dio muchas posesiones a Bryant para que jugara uno contra uno con Romay. Pero, claro, Bryant no es un bailarín.

Fallos hubo más. Por ejemplo, cuando el Barcelona se colocó en zona para que el Madrid, con Biriukov e Iturriaga de bases, estuviera a punto de provocar el empate. El Madrid apenas rentabilizó algunos contraataques de cajón y se empeñó en depender de un Spriggs que estaba poco afortunado. Por toda alternativa, se quedó con algunas entradas de Branson. Así, se Regó al descanso (44-47), con dos equipos que actuaban con un porcentaje del 47% y habían resuelto poco.

Pero un jugador sí había resuelto bastante: Solozábal, quien tomó las responsabilidades necesarias para que el Barcelona siguiera adelante. Hizo tres triples en la primera mitad fundamentales y uno de ellos oportunísimo para castigar moralmente a un Madrid que había fallado antes dos contraataques fáciles y trataba de acercarse al empate. Solozábal, en la segunda parte, disminuyó su actividad porque encontró mejor situados a Epi y Sibilio.

Así, que el pulso definitivo del partido se situó entre el minuto 20 y el 30, cuando el Barcelona logró asentarse sobre los 10 tantos arriba. Lo hizo amparado también en que el Madrid había perdido toda alternativa: Spriggs luchaba algo mejor, Branson hacía en ataque lo que podía, pero Biriukov, Iturriaga, Del Corral y Corbalán sólo anotaron dos canastas producto de lanzamientos en 20 minutos. Era un bagaje tan pobre que poco tenía que hacer el Barcelona para ganar.

Solozábal, por tanto, pudo controlar la situación hasta que el contrario adquiriese conciencia de su impotencia. Cuando se llegó al espacio final, los tres últimos minutos, el Madrid estaba incapacitado para resolver. Su presión fue tan lastimosa que el Barcelona vivió unos segundos finales de gran relajación. Era el dato final.

Así que el Madrid cierra la temporada sin títulos, por lo que Fernando Martín vale ahora demasiado.

Y el Barcelona ya es finalista, y lo es sin el Madrid a sus espaldas, ni al acecho; lo es a pesar del Madrid. El Barcelona 10 de hace seis meses se ha quedado en un Barcelona 7, que es un número mágico, pero ajustado. Tanto que es mejor ganar al Madrid con 7 jugadores que con 10. Para que luego nadie diga nada.

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