La compañía Shell estudia la toma de una participación en una refinería española

La compañía anglo-holandesa Shell está estudiando la posibilidad de tomar "una importante participación" en una refinería española, a fin de cumplimentar su deseo de tener una cuota en torno al 15% del mercado español de productos petrolíferos. Shell invertirá 2.000 millones de pesetas a partir de este año en la construcción de una planta de blending (mezcla) para aceites lubricantes en la costa del Mediterráneo. La empresa está convencida de que el actual esquema de la nueva Campsa no sobrevivirá al período de transición a la Comunidad Europea.

En sus primeras declaraciones públicas en varios años, José María Fernández-Cid de Temes, presidente de Sociedad Petrolífera Española Shell, afirma que "si para alcanzar en España la cuota de mercado que ya tenemos en Europa debemos adquirir una refinería, o tomar una participación industrial, lo haremos". Según fuentes solventes, Shell ha estudiado seriamente "varias alternativas" de compra, si bien ha descartado, debido a sus características de no reconversión, la refinería que Explosivos Río Tinto (ERT) posee en Huelva. Entre las alternativas consideradas se encuentran las instalaciones de EMP en Tarragona.No sólo la compañía Shell, entre las internacionales, está tomando posiciones en España. Exxon también lo está haciendo con la construcción de una planta de blending de aceites en la zona catalana de Garraf. También se ha indicado, aunque este extremo no ha podido ser confirmado, la apertura de contactos entre la compañía norteamericana y Petromed para la toma de una participación en la refinería de Castellón.

El presidente de Shell está convencido de que el esquema de la 'nueva Campsa', creado para adaptar el monopolio comercial de petróleos a la normativa comunitaria, no sobrevivirá al período de transición, que expira a finales de 1991. "No se entiende, en caso contrario, que Campsa trate de establecer contratos de compra o de gestión con unas gasolineras que, por ley, no pueden adquirir productos más que a ella", afirma Fernández-Cid.

Red de distribución

Por esta razón, Shell no ha hecho ningún esfuerzo, ni piensa hacerlo, para buscar su propia red de distribución de productos. "Nuestra compañía sólo se mueve por hechos, y aquí, en estos momentos, la ley no nos permite establecer relaciones con estaciones de servicio que se rigen por el sistema de concesiones administrativas", afirma Fernández-Cid. "Este sistema, junto al monopolio de producción de Campsa, nos parece que no aguanta la normativa comunitaria y tendrá que ser modificado. Además, el cambio económico en el sistema concesional también ofrece dudas a la legislación española", añade."Shell tiene una vocación clarísima de hacer negocios en España. Como se sabe, Shell estaba instalada en España antes de la creación del monopolio en 1927, cuando fuimos expropiados. La compañía aspira a tener en España la misma cuota que posee en el resto de Europa, donde somos la primera empresa petrolífera. También en Canarias y en Ceuta y Melilla tenemos una cuota importante. Y, desde 1967, hemos invertido 20.000 millones en exploración en España", declara.

Posición dominante

Al presidente de Shell no le gusta el actual esquema que se ha creado en torno a Campsa: "Es una clara posición dominante, prevista en la legislación comunitaria. Y cuando existe posición dominante, está claro que se corre el peligro de abusar de la posición dominante". Fernández-Cid cree que "no se han dado cuenta de que nosotros estamos aquí, somos tan españoles como otros, y lo que queremos no es precisamente vender en este mercado excedentes de nuestras refinerías europeas. Lo que ambicionamos es estar aquí, sentirnos españoles y que se vea nuestra concha", termina.