Porta y Domínquez convencieron a Roca para cambiar la sede
José Luis Roca, presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), se mostró reacio en un primer momento a aceptar la prohibición de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) de que el partido España-RFA de sub 16 se jugase en Melilla. Roca tuvo que ser convencido por su secretario general, Agustín Domínguez, y por su antecesor en el cargo, Pablo Porta -a quien nunca se ha dejado de pedir asesoramiento desde que tuvo que abandonar el puesto- para que aceptase la prohibición y se decisiese a cambiar Melilla por Coria del Río.Fuentes de la federación rechazaron ayer la "imprudencia" que desde Cultura y el Consejo Superior de Deportes se le achaca en la elección de Melilla, dada la actual coyuntura socio-política de esta ciudad, bajo el argumento de que "todas las fuerzas vivas de Melilla, desde el delegado del Gobierno al alcalde socialista así como sus representantes deportivos, estaban entusiasmadas con la idea".
Medir el alcance
En la junta directiva de la Federación Española de Fútbol en la que se acordó designar a Melilla -en competencia con Coria del Río y Cáceres- hubo algunas personas que ya dejaron ver la conveniencia de medir bien el alcance de esta decisión, debido a la coyuntura política delicada de la ciudad en los últimos tiempos. Sin embargo, se tuvo más en cuenta, según fuentes federativas, "el entusiasmo mostrado por las fuerzas políticas y deportivas de Melilla, encabezadas por el delegado del Gobierno, Manuel Céspedes, y el alcalde socialista, Gonzalo Hernández, así como el hecho innegable de que se trata de una ciudad espaflola y cuya federación territorial futbolística está trabajando muy bien el fútbol base".Dichas fuentes indicaron también que el propio alcalde de la ciudad visitó la federación, y fue presentado por el vicepresidente federativo, Adolfo Gil de la Serna, como un ex futbolista juvenil del Zaragoza y del Real Madrid. Gil de la Serna, además, viajó a Melilla para inspeccionar las instalaciones deportivas, a las que dio el visto bueno.
El télex del comité de juveniles de la UEFA fue recibido hacia las 10.30 del martes en la Federación Española de Fútbol, y Agustín Domínguez, secretario general, al no poder comunicar con José Luis Roca hasta primeras horas de la tarde, optó por consultar con el ex presidente federativo Pablo Porta. Ambos creyeron oportuno aceptar la decisión de la UEFA, "a la vista de que en caso contrario se nos podía sancionar con un año de alejamiento de la competición europea", y sus opiniones fueron transmitidas a José Luis Roca, que en un primer momento se mostró contrario a aceptar el ultimátum de la UEFA, aunque finalmente decidió hacerlo y trasladar el choque a Coria del Río.
Ayer mismo, Jacques Georges, presidente de la UEFA, envió un télex a la Federación Española de Fútbol en el que muestra su "agradecimiento por la comprensión del fútbol español" en este asunto. Y la federación, por su parte, anuncia que elevará una moción en la próxima asamblea de la UEFA para expresar su protesta por lo que se considera una "injerencia intolerable en la soberanía nacional".
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