TVE logra los derechos de la final de Limoges-Barcelona
El parte esta noche en Limoges (20.30, TV-2) como claro favorito en el partido de vuelta de la final de la Copa Korac de baloncesto. Los 21 puntos de ventaja logrados en el Palau (106-85) no han disminuido, sin embargo, la expectación y se espera un overbooking de espectadores para las 7.000 plazas del pabellón. Lo que sí hubo ayer fue overbooking de comentaristas de televisión porque aquí están comentaristas de las cuatro televisiones españolas: TVE, TV-3, TV de Galicia y Euskal Telebista. TV-3 creía tener los derechos televisivos del encuentro, pero finalmente se ha demostrado que el canal Plus francés se los cedió a TVE, que será quien retransmita el choque.Fuentes próximas a la jefatura de retransmisiones deportivas de 1VE mostraron ayer su sorpresa por el hecho de que TV-3 anunciase la retransmisión del Limoges-Barcelona. "Televisión Española posee los derechos de la retransmisión desde la pasada semana", apuntaron las mismas fuentes. "Llegarnos a un acuerdo con Canal Plus, propietario de los derechos, ya que nosotros les ofrecimos el Real Madrid-Maccabí, de Copa de Europa, en el que estaban interesados los franceses".
TV-3 había ofrecido la señal del partido de ida para el canal FR 3. que declinó la retransmisión en directo del encuentro, aunque realizó diversas conexiones. Otro canal francés, Antenne-2, también contó con ayuda técnica de TV-3. Los responsables del canal catalán negociaron con FR 3, pero finalmente comprobaron que los responsables de ese canal tan sólo poseían los derechos del diferido, ya que el directo estaba en poder del Canal Plus. "Lógicamente", comentó una fuente de TV-3, "cuando hemos protestado, FR 3 aseguró que siempre había hablado de diferido".
Prudencia azulgrana
Al margen del típico despliegue televisivo, el partido ha sido enfocado con mucha prudencia por el Barcelona. Ni el entrenador, Alto García Reneses, ni los jugadores, se fian de los 21 puntos de ventaja. Aito, incluso, quiso ofrecer ayer una imagen de preocupación que muy bien le habría servido en el caso de haber llegado a Limoges con un resultado negativo. La teoría de Alto es que los 21 puntos son un arma de doble filo, y que una euforia excesiva puede degenerar en una derrota desproporcionada. Claro que, por mucha prudencia verbal previa, perder por más de 21 puntos sería tan asombroso como que volcase un dos caballos.
El Limoges, por contra, ha recuperado a su americano Thompson, que tenía problemas en un riñón. Sin él, el Limoges, segundo en la Liga francesa ganó el pasado sábado al Mónaco, tercer clasificado, por 10289.
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