El Parlamento Europeo aprueba el presupuesto comunitario
El Parlamento Europeo adoptó ayer en Estrasburgo el presupuesto para 1987 poniendo así término a la crisis en la que se encontraba sumida la Comunidad Europea (CE) desde principios de año a causa del desacuerdo entre la Asamblea de Estrasburgo y el Consejo de Ministros.El voto de la Asamblea permite a las instituciones europeas abordar ahora con más serenidad el debate sobre la financiación futura de la CE cuya modificación propuso Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea, el miércoles.
A pesar de que algunos eurodiputados calificaron de "surrealistas" los gastos aprobados para el año en curso, una abrumadora mayoría del Pleno -301 sufragios- se pronunció a favor de un presupuesto de 36.400 millones de ECU (unidad de cuenta europea, equivalente a 147 pesetas) mientras sólo 41 votaron en contra y cinco se abstuvieron.
En estos grupos figuraban parlamentarios ecologistas, comunistas y laboristas británicos, pero el presidente de la Asamblea, el conservador británico Henry Plumb, dejó muy claro que firmaría el presupuesto, el acto jurídico que permite su entrada en vigor.
Henning Christophersen, el comisario europeo encargado de los asuntos presupuestarios, se felicitó también de la decisión del Parlamento, que permitirá la puesta en marcha de programas de investigación, ayudas en materia de pesca, de las que se beneficiará España, así como la incorporación de funcionarios españoles y portugueses paralizada desde el 1 de febrero.
El nuevo presupuesto representa un aumento del 3% con relación al anterior y, como siempre, los gastos agrícolas suponen un 63% del total mientras los dedicados a los fondos estructurales, que pretenden atenuar las diferencias de nivel entre las regiones de la CE, apenas alcanzan un 14%, la ayuda al desarrollo un 3,3% y la investigación un 2,6%.
El retraso en su adopción de casi dos meses es achacable a una disputa entre el Consejo de Ministros y la Asamblea a propósito del incremento de los gastos llamados no obligatorios -esencialmente los consagrados a los fondos estructurales- que la primera institución quería limitar al 8,1%, mientras la segunda deseaba rebasar ese techo.
El compromiso logrado la semana pasada consistió en acordar un aumento del 8,1449% que en términos económicos tiene escaso significado pero que permite a ambas partes afirmar que sus tésis se han impuesto.
El aumento pactado es aún más ridículo si se le compara con la magnitud del déficit presupuestario de la CE en 1987, provocado en gran parte por la caída del dólar, y que los expertos estiman ya en unos 5.000 millones de ECU, casi un 14% del total. No en balde el Parlamento ha subrayado que el presupuesto "es insuficiente para hacer frente a los previsibles futuros gastos de la Comunidad".
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