UGT saca 71.327 delegados y CC OO otros 60.816 en las elecciones sindicales de 1986
La Unión General de Trabajadores (UGT), con 71.327 delegados -el 40,19% del total elegido-, ha sido la central sindical más votada en los comicios celebrados en el último trimestre de 1986. Comisiones Obreras ha conseguido 60.816 delegados -el 34,27%-, según los datos provisionales hechos públicos ayer por el Ministerio de Trabajo y que fueron avanzados por este periódico el pasado 2 de enero. Sólo tres formaciones han logrado cumplir las condiciones exigidas por la ley para ser consideradas centrales sindicales representativas: UGT, CC OO y ELA-STV. La INTG pierde este carácter al haber sufrido una escisión que ha dividido sus votos.
Los datos de Trabajo, aún provisionales, reflejan lo que serán los resultados finales, al menos en porcentaje. Cerca de un 75% de los delegados corresponden a UGT yCC OO, lo que parece confirmar la tendencia al bisindicalismo iniciada en las primeras elecciones.
ELA-STV se confirma también como central mayoritaria en el País Vasco, con 5.190 delegados y el 34,9% del total. LAB ha subido respecto a los resultado de los comicios de 1982, pero no llega al 15% necesario para obtener carácter representativo. LAB ha obtenido en esta ocasión 1.598 delegados, el 10,7% de los elegidos en su ámbito y el 0,90% a nivel nacional.
USO continúa el descenso iniciado a partir de 1980. Si bien ha conseguido subir ligeramente el número de delegados respecto a 1982 -6.791 frente a 6,527-, también al ser en esta ocasión mayor el número de delegados totales tendría que haber logrado cifras más altas. Baja en porcentaje hasta el 3,83%, muy lejos ya del 10% necesario para ser considerado sindicato representativo.
La escisión gallega
El caso del sindicalismo nacionalista gallego es más triste. La Intersindical Nacional de Trabajadores Gallegos (INTG) se escindió en dos formaciones, CXTG e INTG y ninguna de las dos ha conseguido el 15% y los 1.600 delegados que hubiera hecho posible un sindicalismo autónomo y representativo. Entre las dos organizaciones sí han superado el listón de la ley.En 1986 se han celebrado elecciones sindicales en 81.964 centros de trabajo que agrupan a casi 3,5 millones de trabajadores. En 1982 llevaron a cabo elecciones 56.139, con poco más de tres millones de trabajadores. Se detecta pues un aumento de casi 26.000 centros y 400.000 trabajadores. El grado de participación en estos comicios ha sido del 79%, -2.735.127 trabajadores ejercieron su derecho al voto-, muy semejante al de 1982.
En 1986 los sindicatos han prestado mayor atención a las pequeñas empresas que la que prestaron en 1982. La central de Nicolas Redondo ha dedicado sus esfuerzos a estos centros en los que ha resultado triunfadora. La de Marcelino Camacho ha ganado en las empresas de más de 750 trabajadores.
Las elecciones de 1986 estuvieron marcadas por la polémica. Las mutuas acusaciones de fraude ensombrecieron un proceso que tenía que haber servido para consolidar y prestigiar el movimiento sindical. Aún quedan en Magistratura procesos pendientes, y las oficinas provinciales de los centros de cómputo tienen que decidir sobre la validez o no de miles de actas. Pero parece que en muy poco cambiarán estos resultados.
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