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El voto de censura o el boicoteo a los plenos, estrategias para destituir a Alfonso de Borbón

Los 62 miembros del Comité Olímpico Español (COE) que el lunes abandonaron la asamblea para demostrar su oposición al presidente, Alfonso de Borbón, suman un mínimo de 182 votos de los 288 del pleno. Eso les da una fuerza muy próxima a los dos tercios -192 votos- necesarios para destituirle con un voto de censura. La oposición estudia también la posibilidad de no asistir a más plenos mientras se mantenga Alfonso de Borbón y de abandonar el comité ejecutivo para que el COE se convierta en ingobernable y forzar la intervención del Comité Olímpico Internacional (COI).

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El COI no quiere intervenir

En la asamblea del lunes resultaron aprobados unos nuevos estatutos, que varían sustancialmente el sistema de votación del COE, aunque respetan la composición del pleno. Alfonso de Borbón consiguió que, tras abandonar la asamblea los 62 miembros que componen su más directa oposición, el grupo restante los aprobara, pero sin la disposición transitoria por la que tenían que cesar todos los cargos directivos.Con la aprobación de los estatutos, la asamblea del COE dispone a partir de ahora de 288 votos, repartidos así: 140 para las 28 federaciones olímpicas (cinco cada una), 30 para las 10 federaciones no olímpicas, pero que están en vías de serlo (tres cada una), 50 para las 25 restantes (dos cada una) y 68 para los restantes miembros: 43 miembros de federaciones internacionales, 10 consejeros de honor, 12 electos y tres representantes.

Entre los 62 miembros que abandonaron estaban todos los representantes de las federaciones, excepto los de hockey sobre hielo, patinaje artístico, esquí, minusválidos, pesca, ajedrez, billar, caza, colombicultura y yudo. Este último dejó, no obstante, patente su disconformidad con la gestión del presidente.

Las federaciones que mostraron estar junto al presidente suman, con los nuevos estatutos, 38 votos. Los que se marcharon suponen, cuando menos, 182.

El voto de censura se plantea con la petición de un 25% de miembros de la asamblea, y necesita, para la destitución del presidente, los dos tercios de los votos, es decir, 192 en el caso de que acuda la totalidad del pleno.

En próximas reuniones, la oposición a Alfonso de Borbón decidirá también si mantiene su propósito de no acudir a ninguna asamblea mientras se mantenga el actual presidente. De esta manera se pretende que el COE se convierta en un organismo ingobernable y que resulte ineficaz el comité ejecutivo, en el que de las 23 personas que lo componen, 16 han de ser representantes de federaciones.

Irritación

El hecho de que Alfonso de Borbón propusiera a los 47 miembros que permanecieron en el pleno, después de que 62 lo abandonaran, la aprobación de los estatutos cuando la asamblea ya había votado, ha encendido los ánimos del grupo disidente. Destituir al presidente se ha convertido en una obsesión, según uno de los miembros más significados de este grupo, Juan Manuel de Hoz, presidente de la Federación de Atletismo, que dimitió recientemente como vicepresidente del COE.A la oposición, en un principio formada sólo por las federaciones olímpicas para lograr la mayoría de los votos, se unieron las no olímpicas para hacer causa común contra el presidente. Todas ellas acordaron en las negociaciones del borrador de estatutos que, una vez aprobados éstos, todos los cargos directivos del COE tendrían que dimitir para forzar la destitución del presidente.

De Hoz está seguro del éxito de la estrategia a seguir: "Vamos a dirigir un escrito al COI solicitando su intervención porque las federaciones no acudiremos a los próximos plenos, ni formaremos el comité ejecutivo, por lo que el COE se convertirá en un órgano ingobernable y sin sentido. Por eso será obligado que intervenga. Tampoco descartamos el voto de censura al presidente por su manifiesta incapacidad". En este mismo sentido se expresó Alfredo Goyeneche, presidente de la Federación de Hípica.

Otros presidentes de federaciones, más moderados en su oposición al duque, se manifestaron ayer decididos a tomar la iniciativa para su sustitución. Leandro Negre, presidente de la Federación de Hockey sobre Hierba, declaró, a título individual, que no parecía existir otra solución que el voto de censura: "Alfonso de Borbón tenía una digna salida con la reforma de los estatutos. Yo soy moderado en este conflicto, porque no me gusta la polémica. Pero después de estudiar los antecedentes y tras el espectáculo del lunes, creo que es mejor provocar el voto de censura". Antoni López, presidente de la Federación de Motociclismo, coincidía con Leandro Negre, aunque se mostraba crítico con la actitud de la oposición, de abandonar la asamblea.

Carlos Ferrer Salat, que cuenta con amplio apoyo para ser el candidato a sustituir a Alfonso de Borbón, manifestó: "Yo querría evitar el voto de censura". Según el, empresario catalán, Alfonso de Borbón podría encontrar una salida digna de la presidencia del COE cuando los nuevos estatutos reciban la aprobación del COI: "Podría dejar el COE tras haber culminado una etapa con la aprobación de los estatutos".

Sector Inmovilista

Fue el grupo más inmovilista del deporte español el que continuó la asamblea y votó a favor de la reforma parcial, que preservaba los cargos directivos. Este grupo lo integran en su mayoría personas que tuvieron en su día un protagonismo en las labores rectoras del deporte y que ahora sólo encuentran cobijo en el COE. Son los casos de Tomás Pelayo Ros, Benito Castejón, Jesús Hermida, Jaime de San Román y Antonio Navarro, que cesaron en su día cómo presidentes o secretarios al frente del deporte español; y también de Alberto de San Román, Francisco Massa, Luis Puig, Pablo Porta -que no estuvo el lunes en la asamblea-, Félix Fernández, Luis Soriano y Enrique Landa, que en su época de presidentes de federaciones lograron ocupar cargos en las federaciones internacionales y perpetuar así su presencia en el COE.Entre los miembros por elección hay también personas como Rafael Cavero, Manuel Herrero, Miguel Company y Joaquín Dualde, que ven así prolongado su protagonismo.

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