_
_
_
_
Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Rosa es la vida

Con cada vez más adeptos por las postales románticas de la posguerra y las mermeladas acorazonadas, que no acorazadas, que exteriorizan todo sentimiento interior, una película como Lili, que ya desde su título mismo tiene la fragancia del jazmín, puede embobar a más personal del previsto. Véase cómo no se entienden, los pasteles cursis sublimados con arte (esto es, Jacques Demy), pero compruébese que lo cursi vertebrado sin otro afeite que su propia rusticidad ñoña siempre tienta a los paladares de la nostalgia rosa. Rosa es la vida, dicen. Y puede ser muy cierto.Lilí, pues -quede bien claro que se califica -aquí sin descalificar-, es uno de los más puros ejemplos de novela, fotonovela mejor, rosa. Una película de amor con todos los puntos sobre las íes y los rabitos de las úes.

En ella, una chica tan frágil como un bosque de Murano se prenda primero de un ilusionista -en realidad.desilusionado de feria ambulante y después de un marionetista todo corazón que con sus criaturas infantiles leroba la razón. Por el camino, entre achaques pasionales que serían buen melodrama si no fuera que no son Sirk, mucha lagrimita. Lagrimita ficticia del buen maquillar que está ahí, tramposa, para sustraer del público la real.

Musical

Lilí es una producción MGM de 1952 y es, además o sobre todo, un musical. Un musical que planea e invade la era gloriosa de Minnelli, y de él no sólo saca a una actriz revelada en Un americano en París, Leslie Caron, sino también cierto tono de imagen color y textura. Y en el número final del filme, nuestra Lilí -que más tarde será Gigí para horror de tartamudos- danza un número onírico, con los muñecos de su amor convertidos a tamaño natural, que es sin duda deudor del ballet también final de Un americano en París.En su momento, años rosas por supuesto, Lilí fue un éxito de campanillas, y su tema principal, Hi Lili, hi lo, aún sigue amueblando invisibles cafeterías y,salas de estar.

De su música es autor (oscarizado por ella) un gran compositor, Bronislau Kaper, y por ese terreno abstracto de la nota o por el más arriba apuntado de la tarjeta romántica todavía hoy puede causar su efecto la película. Entre otras cosas, hay que tener en cuenta que su realizador, Charles Walters, era de esos que igual planchan un huevo que frien una camisa y, dentro de nuestro específico musical, a Walters le debemos esa esplendida danza con Gene Kelly y Rita Hayworth que se llamo Las modelos.

El aficionado sabe de sobras que esa membrana arterial modula géneros y estilos con la facilidad de Ozores para el astracán. Lo del filme de Walters era musical y la MGM estaba detrás. La membrana arteríal es buena.

Lilí se emite hoy, a las 21.35, por TVE1.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_