Julián Guerrero,
ingeniero técnico malagueño, ha inventado unos originales cubrecontenedores que adoptan la forma de barcos, trenes, lapiceros o latas de bebidas, para disimular la poco elegante apariencia de estos depósitos de basura que pueblan el paisaje urbano. Los primeros 30 modelos serán instalados, con carácter experimental, en la localidad de Fuengirola, en la Costa del Sol. El artilugio, según su inventor, elimina olores, mejora la estética de los contenedores y no complica la tarea de depositar la bolsa de basura porque dispone de un pedal que levanta la tapa.
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