Aumentan los problemas de adaptación de Larry Spriggs al Madrid
Larry Spriggs terminó, sin quererlo, por ser protagonista de su primer viaje a la Unión Soviética, presidido por una lógica expectación por estudiar su juego en partidos trascendentes.Comenzó sometido a la peculiar comidilla de un equipo como el Real Madrid, en el que la ironía circula abundantemente.
Tanto Spriggs como Branson vivieron con recelo su viaje a Kaunas (siete vuelos, dos madrugones, largas esperas en el aeropuerto y aduana, vuelos con aparatos incómodos y en circunstancias de mal, tiempo...), pero lo más llamativo fue la decisión de Spriggs, cuando, en su primera noche en Moscú, decidió poner una silla para atrancar la puerta de su habitación del hotel Cosmos. Veía fantasmas por todas partes en ese momento.
Fin de las bromas
Pero las bromas acabaron cuando dio la impresión de que Spriggs se sintió muy molesto al no volver a ser utilizado por Lolo Sáinz tras sufrir un calambre sin consecuencias en la segunda parte del partido ante el Zalgiris. Poco menos que Sáinz de olvidó de él. Y así, cuando a falta de 17 segundos se vio obligado a un cambio, se dirigió hacia Spriggs y, ante su gesto entre indolente y malhumorado, tuvo que evitar el conflicto reclamando la presencia del júnior Mateo.Así, sin quererlo, la adaptación de Spriggs se está convirtiendo en objeto de seguimiento cada vez más detallado. Para algunas personas, Spriggs no tiene suficientemente claro cuál es su posición en el equipo -es posible que en próximas fechas se celebre una reunión con él en este sentido-; ha sido acusado de defender poco en el exterior de la zona y de no ser un buen tirador de media distancia, hecho éste conocido de antemano por Sáinz. También se advierte la falta de entendimiento, en algunos casos, entre Corbalán y él o entre la forma de moverse del equipo y la del jugador, sobre todo en las situaciones del ataque estático. Mientras algunos de sus compañeros opinan que juega demasiado rápido cada vez que recibe el balón, otros colegas, caso de Pinone, piensan que recibe muy pocos balones después de haberse tomado el trabajo de ganar la posición. A veces da la sensación de que Corbalán quiere educarlo en la filosofía madridista, pero que ese diátógo sólo se produce en la cancha.
Lo que está claro es que algo no encaja entre Larry Spriggs y el equipo, aunque no existan problemas en el terreno personal.
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