Scott Paper fusiona sus dos empresas españolas
La multinacional norteamericana de papel higiénico Scott Paper Company anunció ayer la fusión de sus empresas españolas Sancel y Gureola-Scott bajo la nueva firma Scott Ibérica, que ya suma unas ventas anuales de 18.200 millones de pesetas y tiene una cuota de mercado del 45% por capacidad instalada.Entre los objetivos inmediatos de la fusión figuran, según los responsables de la multinacional, el especializar por productos las cuatro fábricas españolas y orientar conjuntamente las estrategias comerciales. Gureola, con 622 trabajadores, tiene una factoría en Hernani (Guipúzcoa) y otra en Doñinos (Salamanca). Sancel posee una plantilla de 478 trabajadores y también dos fábricas, situadas en Aranguren (Vizcaya) y Arceniega (Álava).
Scott Ibérica nace con unos recursos propios de 11.800 millones de pesetas. La participación de Scott Paper asciende al 99,6%, debido a que ya tenía el 98,4% en Gureola (titular de las marcas Scottex, Garby, Gar y Scott) y en 1984 adquirió el 100% en Sancel (propietaria de Cel, Trapicel, Boxcel y Toacel). Los orígenes de Gureola, precursora del papel tisú en España, se remontan a 1913, con la fundación de Mendía SA, Papelera de Urumea; Scott se asoció con ella en 1965. Por su parte, Sancel surgió en 1974 de la fusión de Lacabex Hermanos y parte de Papelera Española, sociedad que lanzó en España el primer rollo de papel higiénico, llamado Elefante.
Liderazgo del mercado
James J. Cunningham, vicepresidente para Europa de la multinacional, declaró que a largo plazo ésta persigue el sumar a su actual liderazgo del mercado en España, Inglaterra y Bélgica los de Francia y Portugal. En Francia ya es el segundo proveedor y en Portugal acaba de introducirse hace un mes.Los responsables de Scott Ibérica expresaron su confianza en las posibilidades de crecimiento a corto plazo del mercado europeo, donde el consumo por habitante queda en cinco kilos de papel higiénico al año, mientras en Estados Unidos asciende a 18 kilos. Cada español consume una media estadística de 3,9 kilos, menos de la mitad que el alemán o el británico, aunque algo más que el portugués.
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