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COMPETICIONES EUROPEAS DE FÚTBOLCOPA DE LA UEFA

El Athlétic reaccionó demasiado tarde

Santiago Segurola

La casta, esa cualidad perpetua en los rojiblancos, estuvo a punto de provocar el milagro en San Mamés, Pero al Athlétic le faltó temple y personalidad. El Beveren, que aparentó ser una escuadra superior, se desmoronó cuando estalló la ola vasca.Los belgas son especialmente aptos para practicar un juego plomizo, mecánico y eficaz. Es gente atlética, desde luego, y ordenada, pero sin chispa. Si alguna vez juegan con algo de brillo es por su condición de país comunitario. El Beveren tiene cuatro extranjeros en sus filas. Dos de ellos actuaron desde el início. Y ambos aportaron las señales de inteligencia. El inglés Fairclough, que un día mereció alguna comparación con su compatriota Keegan, se colocó en la banda izquierda y allí sembró la discordia. Kusto, un polaco veterano, duro y listo, se encargó de montar unos cuantos contragolpes que infundieron respeto.

El Athlétic se mantuvo agarrotado hasta el gol belga. Nadie tenía las ideas claras. A falta de un conductor -Ayúcar, que debutaba en la competición europea, estaba sobrepasado por la trascendencia del partido-, todos pretendían multiplicarse. Así, Ferreira aparecía en la banda derecha, Sarabia fintaba en el centro del campo, De la Fuente trataba de discurrir por los terrenos del interior izquierda y Argote estaba dispuesto a demostrar que es ubicuo, pero no lo es, y tampoco Ferreira es extremo, mientras que los quiebros de Sarabia están devaluados cuando los ejecuta a 50 metros de la portería. Con ese grado de confusión, lo normal es el caos.

El gol de Fairclough sentenció la eliminatoria. Sin embargo, el tanto del pelirrojo destapó el instinto agónico del Athlétic. Luis Fernando buscó pronto el penalti con habilidad. Sarabia estuvo después a punto de tumbar San Mamés en pn carrusel de zigzags. Y, tras el segundo gol, Luis Fernando disparó al palo. El Beveren estaba rendido. Con la defensa belga desmoronada, Ayúcar, que se destapó en el último cuarto del encuentro, estuvo a punto de batir a De Wilde tras una internada majestuosa. Pero la reacción fue demasiado tardía para un equipo al que le sobra genio y honradez, pero le falta confianza en sus fuerzas.

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