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EL CONFLICTO DE HISPANO ALEMANA / Y 3

En busca de un futuro para HASA y Huarte

El próximo día 31, el accionariado de Hispano Alemana será de nuevo totalmente español

Con la llegada a Madrid del apoderado del grupo Transworld para firmar la transmisión de sus acciones en HASA y Huarte al grupo español capitaneado por Casasús se cierra uno de los capítulos más azarosos de la historia de Hispano Alemana. El 31 de octubre, Transworld Construction, SAE, la empresa de Aristos y de Fernández Montreal, al 50%, será la propietaria de todas las acciones de HASA y del 28%. de Huarte. Los esfuerzos inmediatos de ambas empresas deberán centrarse en ganar la confianza de los proveedores y sobre todo de la banca. HASA y Huarte tienen todo el futuro por delante, mantiene Joaquín Casasús, para quien la situación patrimonial de ambas sociedades es buena.

Joaquín Casasús habló en el mes de junio con Gidwitz en Chicago, para plantearle la alarmante situación. Sólo él puede hacer entrar en razón a Langner. El presidente de HASA le promete asistir en Madrid al consejo de administración del 14 de julio, pero le hace a Casasús algunas revelaciones esclarecedoras. "Langner es el mayor accionista de HASA porque tiene el 35%. de la L.V.B. Foundation y, sorpresa, se ha hecho con el 15 % de Erickson tras una rocambolesca operación.Y lo que es todavía más grave: Gidwitz advierte claramente a Casasús que no está dispuesto a invertir un centavo en HASA ni en España. "A mí se me dijo que éste era un asunto en- que no necesitaba poner dinero. En otro caso, no me hubiera planteado invertir en España". Casasús se siente frustrado y advierte: "A partir de ahora actuaremos en consecuencia". Es casi una declaración de guerra.

En el consejo del 14 de julio, Casasús, Barneto y Fernández Sordo obligan a Langner a renunciar a sus poderes de comprar, vender y contratar servicios de terceros. Es un golpe decisivo contra el consejero delegado, que ya tenía a punto la contratación de un alemán para el puesto de director general de HASA.

El 20 de julio Langner sirve su cabeza en bandeja al grupo español. Se acercaba la fecha del 1 de agosto, en que Transworld tenía que abonar al Patrimonio el primer pago aplazado (128,5 millones de pesetas) por la compra de HASA. "No poder pagar el precio a Rumasa... ¿Cómo arreglas?" le dice Larigner a Casasús en su rudimentario castellano. El golpe de mano se ponía en marcha.

Al haber sido una sociedad extranjera la compradora de HASA, era preciso pagar en divisas, dólares en este caso. "No se trataba, pues, de que Hispano Alemana dispusiera o no de 128,5 millones de dólares. Eso era precisamente lo que pretendía Langner, pagar con dinero de HASA", asegura Casasús.

La filial del Banco Pastor en París concedió un préstamo en dólares a la sociedad panameña Casol, vinculada a Aristos. Éstos ponen delante de Langner un contrato de préstamo por el 90% de los citados 128,5 millones de pesetas. Los prestamistas se quedan en garantía las acciones de Transworld Inc. en HASA y Huarte. Dicho contrato vencía el 30 de septiembre. Si Langner quería recuperar la prenda, debía devolver el préstamo la fecha citada.

Los extranjeros no pagan

El 25 de septiembre Larigner anunció a Casasús que los extranjeros no iban a poder pagar, urgiéndole a lograr del Banco Pastor una carta de renovación del préstamo en dólares a Casol. Casasús le responde que eso está hecho. El 1 de octubre Langner se dio cuenta de su error: que el Pastor hubiera renovado a Casol no quería decir que ésta hiciera lo mismo con Transworld. Hans Langer, asegura haber sido engañado "porque esa renovación estaba acordada hasta el 30 de noviembre próximo".

Langner ha manifestado a este periódico que el recurrir a financiación interina con pignoración se debió a que Tranworld Inc. había sido informada de la existencia de un plan dentro de la Administración española para sustituir a los accionistas extranjeros por nacionales. "los extranjeros tenían miedo de una nueva expropiación", aseguran textualmente Langner.

El 30 de septiembre Langner había convocado en Madrid junta general anual de Transworld Inc. Se trataba de pedirles dinero a los socios extranjeros. Ya en Madrid, Gidwitz sugiere convocar un consejo de HASA, a lo que el grupo de Aristos accede. La reunión, protocolaria, tiene lugar el 29 de septiembre y sirve a los minoritarios para lograr el enterado de todos los socios a la reunión clave del 7 de octubre.

Tras el golpe de mano del 7 de octubre, Langner emprendió un extraño juego del gato y el ratón. Pero el viernes 17 de octubre Casasús voló a Nueva York, donde consiguió el acuerdo de Gerald Gidwitz, presidente de Hispano Alemana, para quien realmente este asunto español no supera la categoría de anécdota.

Langner, eso sí, habrá muerto con las botas puestas. Nada menos que el 10 de octubre, ya desposeído de su cargo en Hispano Alemana, Langner firmó una carta de intenciones para la compra de Ocisa, la constructora del Urquijo-Unión, que Javier Ruiz-Ogarrio trata de vender con más voluntad que suerte. La sociedad compradora no era ya HASA, sino Expansión y Estructura SA, una firma con un capital social de cinco millones de pesetas, que pertenece el 50% a HASA y el 50% restante al propio Langner.

El futuro

El futuro inmediato depara tres tareas urgentes. las tres vitales e interrelacionadas. Por un lado, concretar la llegada de un nuevo director general que ponga en órbita la empresa, cargo para el que está nominado Manuel Carbajosa, procedente de Ginés Navarro Construcciones. En segundo, forzar la apertura de los canales bancarios que permitan una actividad financiera normal de las empresas. Y tercero, buscar nuevos accionistas que den una nueva imagen de ambas sociedades, accionariado donde Mario Caprile será, sin duda, un hombre fuerte. "Querernos buscar una estructura de socios y un consejo que le den al grupo solidez y credibilidad. Porque el problema de las dos empresas es un asunto de imagen", mantiene Joaquín Casasús.

A más largo plazo, el objetivo de los hombres de la Transworld española y de Caprile es que en 1988 ambas empresas estén fusionadas. "El patrimonio neto de HASA y Huarte es del orden de los 11.000 millones de pesetas", mantiene Casasús, "y la estructura financiera de ambas es de las más saneadas del sector".

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