_
_
_
_

Calderón está dispuesto a defender a Miera ante las presiones para la vuelta de Luis

La sombra de Luis Aragonés, ya recuperado de la depresión que le hizo pedir la dimisión de su cargo de entrenador del Atlético, planea sobre la cabeza de Vicente sustituto, a quien los amigos y partidarios de Luis tratan de desplazar. Vicente Calderón, presidente del club, frenó hace varias semanas una petición seria para que se produjera el relevo. La ofensiva cobra mayor fuerza tras las dos derrotas consecutivas en Sevilla y Guimaräes. Calderón afirmó en Portugal que "dentro del club hay manzanas podridas" y que no está dispuesto "a permitir que a Miera se le haga la cama".

Vicente Miera ha soportado con paciencia franciscana los movimientos en su entorno que le han acompañado en el banquillo desde que sustituyó a Luis Aragonés. En privado, se limita a afirmar que lo único que no entiende es la presión de gente del propio club. Pero con las derrotas del equipo en Sevilla y Portugal, y con algunas indecisiones en el banquillo —"No consideré oportuno sacar a Llorente y Setién en el último momento porque el equipo iba a más", dijo ayer—, el sector que apoya el retorno de Luis se siente fortalecido.

El grupo de partidarios de Luis es numeroso, cosa lógica tras su larguísima permanencia en el club, como entrenador o jugador. Incluye directivos, miembros de los servicios médicos, entrenadores de los escalafones inferiores —-o ex entrenadores que aspiran a volver— y personal subalterno.

Calderón afirma al respecto: "Quiero dejar constancia de mi amistad con Luis Aragonés, que, afortunadamente, ya está prácticamente restablecido. Pero a Luis, que pidió la baja por su enfermedad depresiva —la cuarta en los últimos años—-, le sustituyó el señor Miera, y la verdad es que desde el principio ha habido gente contra él". Calderón parece tener claro que una vuelta de Luis, de producirse, debe llegar "avalada por un informe médico". Calderón sabe también que mientras Ramón Mendoza sea presidente del Madrid Luis no entrenará al equipo blanco.

Las reuniones se han sucedido últimamente. Los partidarios de Luis Aragonés, que quiere mantener desde su marcha un prudente silencio, han criticado siempre la "rapidez con que se aceptó su dimisión, cuando la directiva podía haberle concedido un margen de tiempo para curarse sin contratar a otro técnico". Ya invocaron al principio el pasado madridista de Miera, que fue ocho años jugador del Real Madrid.

Calderón ha hablado en las últimas fechas con el propio Vicente Miera; con el responsable del cuerpo médico, Enrique Ibáñez —íntimo amigo de Luis—; con los masajistas Cachadiñas y Angelín, con directivos de su junta y con otras personas que pululan siempre en torno al equipo. Y Miera ha dialogado varias veces con el capitán del equipo, Ruiz, que le ha hecho llegar, según afirmó ayer, que la plantilla "no entra en ningún tipo de confabulaciones". Pero Calderón tuvo que frenar, casi al mes de llegar Miera, a quienes le exigían ya la destitución del técnico y el regreso de Luis.

Calderón fue más lejos en sus declaraciones: "Hay manzanas podridas dentro del club que se cuelan por debajo de las puertas. Y no me extraña que la animadversión contra el entrenador parta de servidores del propio club, unos con buena intención, ciertamente, pero otros no tanto. Para estos últimos, el objetivo, con la crítica constante a Miera, es Birmania.

El Atlético debe celebrar a finales de esta temporada elecciones a la presidencia.

Calderón juzgó duramente también unas recientes declaraciones de Rodri, ex secretario técnico del club y amigo personal de Luis Aragonés, que criticó la política de fichajes de este a llevada a cabo por su sucesor en el puesto, Ángel Castillo.

"Mientras yo sea presidente, Rodri no volverá al Atlético".

Indignación

Respecto al partido contra el Vitoria, la indignación por el arbitraje del galés Bridges es grande. El club va a enviar el vídeo a la UEFA, "para que sepan que pasó", afirma Calderón.

Y Elduayen, el portero del Atlético de Madrid, aclaraba la jugada del penalti: "No toqué a ningún jugador en mi salto, el árbitro no sabía qué pitar y se inventó no sé qué cosa de Ruiz en otro lado del área".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_