La falta de expectativas acelera la salida de papel

La ausencia de respuesta del mercado ante la menor presión que ejerció el papel el martes pasado ha sido interpretada como un claro síntoma de debilidad, lo que ha llevado a una nueva salida de papel que ha superado con creces a las que se produjeron cuando el impacto del crecimiento del índice de precios al consumo estaba más reciente. La fuerza del proceso vendedor ha sorprendido mucho y ha obligado a tomar decisiones sobre la marcha, esta vez con la determinación ambiental en contra, por lo que a lo largo de la sesión se fueron generando nuevas partidas vendedoras y han sido 23 los valores que no han encontrado comprador y publican posición de papel sin operaciones, entre ellos algunos de primera fila. Al tiempo, fueron numerosos los valores que quedaron sin cotizar a la espera de que pase el chaparrón y los nervios tengan menos incidencia en la formación de los precios.La nueva coyuntura económica, referida a la evolución de los tipos de interés, está llevando a los mercados a descontar los puntos que subieron los índices a costa de la posibilidad de que se produjese un descenso en la remuneración del dinero en otros mercados. Lo dificil es ponerse de acuerdo sobre la cuantía de aquellas mejoras, aunque se empieza a admitir la cifra del 10% como muy posible. Conviene recordar que establecer pronósticos en medio de una sesión como la de ayer puede llevar a que un exceso de pesimismo influya demasiado a la hora de fijar cantidades, y que estos cálculos siempres son subjetivos. Pero el problema real es el de saber cuál será la reacción del mercado una vez culminado el proceso de depuración de los precios, pues éste ya se admite como definitivo. En este terreno tendrán especial importancia las medidas que el Ejecutivo adopte para tratar de corregir la tendencia de los precios, aunque también es de esperar cierto escepticismo por parte de los inversionistas.

Mientras tanto, el nivel del negocio va descendiendo hasta situarse para la sesión del martes pasado en 6.000 millones de pesetas efectivas en el mercado madrileño, cantidad que queda por debajo de la media, anual. El negocio de esta última jornada también habrá descendido ante el número de valores que no cotizaron. Sin embargo, el sector bancario ha recuperado en parte el nivel de sesiones anteriores al cruzarse operaciones para los siete grandes por más de 370.000 títulos, aunque también fue en aumento de número de títulos que se quedaron sin contrapartida compradora.

Los valores eléctricos volvieron a sufrir las consecuencias del proceso vendedor que, no obstante, tuvo resultados más negativos para el conjunto de los grupos industriales, en los que las bajas fueron de hasta 7,56 puntos, a nivel sectorial, mientras que los recortes de 20 enteros no fueron extraños. Al cierre se mantenía el pesimismo ante las pérdidas que mostraban los índices generales de los cuatro mercados, que oscilaron entre el 1,73 de Bilbao y el 4,915 de Barcelona, cediendo 2,38 Valencia y 2,90 Madrid.