La CE acuerda medidas de apoyo a la siderurgia y los astilleros españoles

Los ministros de Industria de la Comunidad Europea (CE) se mostraron ayer favorables a conceder a los astilleros españoles un período de transición. La Comisión Europea también se declaró partidaria de prorrogar las cláusulas de salvaguardia de las que se beneficia la industria siderúrgica.

Estas aseveraciones fueron hechas por el ministro español de Industria, Luis Carlos Croissier, al término de un Consejo de Ministros dedicado esencialmente a estudiar la liberalización de la siderurgia europea mediante la supresión de las cuotas de producción para cuatro productos -chapas galvanizadas, alambrón, perfiles ligeros y laminados comerciales- que representan el 20% de la producción.Aunque había mayoría para aplicar la medida al primero de ellos, los doce prefirieron aplazar cualquier decisión hasta su próximo encuentro de mediados de noviembre, una semana después de la reunión de los empresarios del sector reagrupados en Eurofer, que también harán sugerencias. Antes de separarse, los ministros redactaron un comunicado resaltando su buena disposición a proseguir la liberalización en curso.

En marzo y a principios de este mes, la Comisión europea concedió a España dos cláusulas de salvaguardia que le permiten restringir de forma drástica y hasta el 31 de diciembre sus importaciones de cinco productos siderúrgicos -alambrón, chapas galvanizadas, bandas largas en caliente, laminados en frio y planchas gruesas- Croissier recordó ayer su deseo de obtener una prolongación hasta que en diciembre de 1988 concluya la reconversión del sector, y lo mas probable es que consiga en breve un nuevo plazo de un año prorrogable.

Ayudas a las PYME

El Consejo empezó su sesión aprobando por unanimidad un programa marco de ayuda y promoción de las pequeñas y medianas empresas (PYME) presentado por el comisario español Abel Matutes. El programa obtuvo una financiación de seis millones de ECU (unidad de cuenta europea, equivalente a 137 pesetas) para el año próximo, quince veces más que la cantidad disponible para 1986, pero cinco veces menos de lo solicitado por su autor. El proyecto pretende, fundamentalmente, mejorar el nivel de capitalización de las empresas y facilitar la incorporación de nuevas tecnologías.

Los ministros concluyeron su encuentro debatiendo la propuesta de una nueva directiva quinquenal de la Comisión que prevé limitar más estrictamente las ayudas a la construcción naval y al funcionamiento de las empresas de astilleros, pere no, las afectadas por la reestructuración. Las ayudas servirán para abonar las indemnizaciones por despido, la jubilación anticipada y la reconversión profesional de unos 45.000 trabajadores.

Las ayudas a la construcción sólo estarían permitidas, en cambio, para los barcos sofisticados, como los oceanográficos o las dragas de succión, que son los únicos cuyo precio de venta sigue siendo competitivo con los fabricados por los astilleros de Japón y Corea del Sur, que representan el 36% de la producción mundial frente al 14,2% de la CE.

Aunque a preguntas de la presidencia británica los doce no pusieron reparos en otorgar a España y Portugal un período transitorio de unos tres años, durante el cual podrá conceder ayudas ¡limitadas a la construcción naval, Croissier criticó la iniciativa de la Comisión. El ministro español considera que perjudicará astilleros poco especializados, como los españoles, cuando concluya el régimen especial del que se beneficiarán. Los doce deberán tomar una decisión el próximo mes de noviembre.