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Suárez ratifica que ahora su objetivo es alcanzar una mayoría para gobernar

El II Congreso del Centro Democrático y Social (CDS) se inició ayer en un clima de unanimidad. Los 992 delegados presentes en el Palacio de Congresos de Barcelona tributaron una atronadora ovación al presidente del partido, Adolfo Suárez, quien, en un mensaje de salutación -su anunciado discurso político lo pronunciará hoy-, afirmó: "Hemos aprendido mucho [durante los cuatro años anteriores] y ahora empezamos a vislumbrar nuestro objetivo, que es una mayoría que permita gobernar España". José Ramón Caso, secretario general saliente, también se refirió al objetivo del CDS de ser a partir de ahora alternativa al Gobierno socialista.

El reglamento del congreso fue aprobado con un voto en contra y otro en blanco; la mesa presidencial de la reunión, con sólo dos abstenciones, y el informe del secretario general saliente, José Ramón Caso, con un voto en contra y una abstención. Esas discrepancias aparecían como puramente formales, pues en ningún momento se suscitó un debate.A la hora de cerrar esta edición estaba reunido el pleno del congreso, a puerta cerrada, para discutir y aprobar las 11 ponencias sectoriales que se presentan. Ninguna de estas ponencias modifican en lo sustancial el programa electoral que presentó el CDS en las pasadas elecciones y se limitan, por lo general, a ser textos expositivos de las materias abordadas.

Servicio militar

Destaca en la ponencia de Administración de Justicia la propuesta de supresión del Ministerio de Justicia "o, al menos, [la] desaparición de él de todas aquellas conipetencias que hagan referencia a la Administración de Justicia", que serían asumidas por el Consejo General del Poder Judicial.La política militar, uno de cuyos aspectos, la duración del servicio militar, fue una de las estrellas del programa electoral, se aborda en una comunicación y no en una ponencia. Mantiene la propuesta de reducción a tres meses del período de prestación obligatoria del servicio militar, pero el documento dedica siete páginas a explicar en qué contexto puede alcanzarse tal objetivo. Por ejemplo, el CDS aboga por la paralela eliminación de la práctica actual de excedentes de cupo, cuyo "elevado número" supone una "desigualdad ante el cumplimiento de un deber" e implica "la eliminación (... ) de miles y miles de españoles del acceso a dicha instrucción" con lo que esto representa de "incapacidad y falta de preparación para el supuesto de una eventual movilización en caso de conflicto". El programa electoral se refería a la necesidad de "aplicar criterios racionales, objetivos, sin discriminación y plenamente justos para los excedentes de cupo".

El objetivo de consolidar un partido fuerte, homogéneo, unido -sobre todo cuando se alcance el poder- sigue siendo la preocupación fundamental de los dirigentes del CDS, como reflejo de la traúmatica experiencia de Suárez al frente de UCD. Suárez definió como virtud de su nuevo partido el que "no aspira a conseguir el poder a cualquier precio", y Caso incluso afirmó durante la presentación de su informe que "este período sabático, de alejamiento del poder, nos ha venido bien" porque han crecido y con una militancia "forjada en la ilusión, el esfuerzo y el trabajo, lo que supone una garantía para la solidez futura, porque nuestros militantes son capaces de subordinar sus intereses personales a los del partido".

La ausencia de Suárez de las tareas parlamentarias durante la anterior legislatura fue justificada por Caso con el argumento de que el Parlamento no podía ser el foro en el que el CDS debía darse a conocer, con sólo dos diputados, por lo que se optó porque el presidente del partido se dedicara a promocionar el partido viajando por toda España y entrando en contacto, "cara a cara", con la ciudadanía. Una referencia elogiosa al papel llevado a cabo, en solitario, por Agustín Rodríguez Sahagún en el Parlamento anterior fue premiada con una gran ovación. El otro dirigente largamento aplaudido fue Jesús María Viana, por su dirección de la campaña electoral pese al boicoteo a que sometió la gran banca al partido centrista: "Hemos visto que todo un pueblo es capaz de reaccionar ante la injusticia y el intento de manipulación", dijo Caso. La particular referencia a Viana apuntala la impresión de que será el sustituto de Caso en la secretaría general. Suárez dijo ayer que ya tenía candidato, pero que no lo podía relevar por respeto a la soberanía del congreso y del futuro comité nacional, en el que se producirán "algunos relevos".

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